Un tracte molt agradable i familiar. El lloc precios i les llagrimes de porc iberic exquisites. Segur que tornarem...

Estupendo. Un lugar precioso, regentado por verdaderos profesionales de la hostelería donde la calidad del producto servido nunca falla.

Buena calidad de los platos con producto fresco. Atencion muy amable, pero extremadamente lento. Se entiende porque son poco personal (negocio familiar), asi que hay que ir relajado y sin prisas para disfrutar la excelente comida.

Hemos ido un par de veces, la primera de casualidad. Es un restaurante con personal muy amable y educado que se desviven por atenderte lo mejor posible. La materia prima es de primera y cocinada al punto. Dejarse aconsejar sobre los platos porque no tiene perdida. Carta de vinos con amplia representacion del Ampurdan, no muy amplia pero bien escogida. Buena relacion calidad-precio. El local es muy acogedor en unos bajos con paredes de piedra antigua. Sólo un pequeño pero, como ya avisan, los platos los preparan al momento por lo que no se puede ir con prisas

Que puc dir tot excelent el tracta,el local i la qualitat del menjar segur que repetirem

Es la segunda vez que vamos y no será la última. Siempre pedimos el pescado a la brasa y está impresionante! En esta ocasión pedimos para 2 personas unos mejillones a la brasa, unos sonsos que vienen con pa amb tomàquet y el pescado a la brasa que lo sirven con verduras asadas, y de postre un recuit d'Ullestret con miel. Todo buenísimo y producto de primera calidad. Con 2 cervezas, 1 copa de vino blanco Raspa y una botella de agua nos costó 53€ y nos invitaron a los cafés y moscatell, en mi opinión un precio muy aceptable por lo bien que cenamos. El restaurante es muy bonito, todo de piedra, y lo regenta una familia que te hacen sentir como en casa. Lo recomiendo 100%!