Confiteria Ramon en Lugo

Negocio tradicional, con gran producto y con muy buena relación calidad precio. Un sitio muy recomendable del centro de Lugo.

Pastelería tradicional que elabora sus propios dulces y tartas

Antes era de las mejores pastelerías de Lugo, de echo, las chicas de siempre siguen siendo. Pero la gente que hay últimamente nueva deja muchísimo que desear. Viernes a la mañana fui por unos pasteles, me atendió una chica, creo que o dueña o encargada, no sé... Ya cuando le pregunté ingredientes contestó toda borde, y cuando me dio la bandeja como si se la tirara a un perro. Posiblemente sea la última vez que me lo haga! Será que no hay donde comprar pasteles!!

Estuvimos 4 días en Lugo y decidimos desayunar aquí el último, todavía me arrepiento de no haber venido todos ellos. Buen trato, las pastas caseras y buenísimas y el precio inmejorable. Además esta en el centro del conjunto histórico de la ciudad así que el paseo hasta el lugar es agradable y bonito. Súper recomendado!

Hacen unos pasteles muy ricos las personas que te atienden son muy amables y muy profesionales ,sitio muy recomendable

Decepción. Esperaba más productos y mejor servicio. Incluso en localidades mucho más pequeñas como por poner un ejemplo Luarca (Asturias), hay mejores confiterías.

El croissant que me he llevado para desayunar estaba espectacular.

📜"Que Dulce puede ser la vida". 😃 SUBIDÓN: producto, ubicación, precio. 😩 BAJONAZO: Muchísima afluencia (a veces las pobres camareras no dan abasto y aún así sacan el trabajo. Mis respetos) Cuando era solo un niño, deseaba con muchísima ilusión que llegara el sábado por la tarde. ¡Era un momento especial! Mis abuelos venían a buscarme, dábamos un paseo y luego me llevaban a comer un chocolate y un croissant. Que tiempos aquellos en los que ser feliz era tan simple, donde se reía y hablaba sin necesidad de pantallas. Donde las historias del Yayo no necesitaba "like" para justificar que era increíbles. Donde la Yaya no necesitaba la aprobación de redes sociales, ya era la mejor del mundo!! Muchos años después, cuando entro en la Confitería Ramón, tengo esas mismas sensaciones, como si el tiempo se hubiese detenido. Buenos pasteles y buena atención, como antaño, "como debe de ser". Hoy en día, cuando paso por allí, entró a tomar "mi" café y "mi" centeno, y agradezco que aún existan sitios así, donde vuelvo a disfrutar del Dulce en mi paladar y del Dulce de los recuerdos: las tardes de chocolate e historias con mis abuelos.

Entrar allí es volver a mí infancia.Alegria de ver a las empleadas de siempre

Pastelería tradicional, exquisita, manteniendo el sabor tradicional y dulzor justo, así como los precios en sus productos. Quizás debería mejorar la atención al cliente que, aunque correcta, no estaría de más una sonrisa amable. Gracias por estar ahí. Un saludo.