Chiringuito Santa Gema en Fuengirola

Pedimos boquerones fritos ,calamares fritos y puntillitas todo muy bueno por decir algo no esta bien escurrido el aceite.pero vamos que esta muy bien y las raciones bastantes abundantes .volveremos.y la atencion de los camareros un 10.muy atentos.ahhh y pudimos entrar ala perrita.

Excelente servicio y buenos precios.

Pocos lugares logran equilibrar un servicio eficiente con comida de calidad, especialmente en la playa. Este chiringuito en El Ejido lo ha logrado. • Boquerón: Fritos a la perfección, crujientes por fuera y jugosos por dentro, sin exceso de aceite. El sazón respeta el sabor del pescado, fresco y bien preparado. Sencillo y auténtico, como debe ser. • Sardinas: Las brochetas se hacen a la plancha, como es tradición en Málaga. Carne firme, piel crujiente y un suave sabor ahumado, sin amargor. Una de las mejores sardinas de la región. • Calamares: Tiernos, no gomosos. El ligero rebozado permite que el sabor de los calamares sea el protagonista. Es difícil encontrar calamares fritos con esta textura. • Servicio: Rápidos y eficientes, incluso con el local lleno. Personal amable, atento pero sin agobiar. Los platos llegaron calientes y a tiempo. • Ambiente: Pies en la arena, vistas al mar y un ambiente relajado. Perfecto para quienes quieren comer bien sin complicaciones.

A las 14:00, todas las mesas estaban ocupadas, la mayoría con perros. La comida estaba muy grasosa y ni siquiera probamos las patatas fritas. Se suponía que estaban hechas en una freidora de aire. La carretera está a 5 metros. Sin embargo, la carretera está muy tranquila. Los platos de pescado frito eran algo comestibles, pero más bien parecían un snack bar. Definitivamente no volveremos a comer aquí.

Se lo recomiendo a todos los transeúntes.

Un sitio acogedor donde comer y personal profesional y simpático, Precios competitivos

El chiringuito tiene una ubicación excelente, con vistas preciosas al mar y un ambiente agradable. Sin embargo, nuestra experiencia fue un poco irregular. El servicio fue amable, pero tardaron bastante en atendernos, y algunos platos, como el pescado calamares, boquerones… sabían a producto congelado, lo que nos decepcionó un poco teniendo en cuenta el entorno y las expectativas. Aun así, el sitio tiene potencial si cuidan más los detalles y la calidad del producto. Volveríamos si mejoran ese aspecto.

Después de ver la baja nota que tenía este restaurante,iba con las espectativas bajas. Debo de decir que me he llevado una grata sorpresa. Nos han puesto de comer casi a las 17:00, por lo que se agradece que la cocina esté abierta. Es cierto que no era la mejor comida del mundo,pero me atrevo a decir que la comida se merece como mínimo un notable. Dos niñas,dos adultos,80€ en total con postre,hemos salido hasta arriba. Creo que se merece una mejor puntuación general. Los camareros,jóvenes y muy agradables. Volveré.