Calabajio en Almuñécar

Ambiente muy bueno, camarera muy amable, comida exquisita

Es un sitio elegante, ideal para una cena romántica. La comida no está mal, pero la noche que fuimos la camarera, una profesional muy agradable, estaba desbordada, ella sola para más de 30 comensales. Una pena la poca planificación de personal para un lugar tan encantador.

Siempre es un placer comer aquí. Comida de muy buena calidad y ambiente tranquilo. El servicio muy atento

Buen sitio, aunque ha bajado un poco el nivel de la cocina, el atún estaba espectacular eso si y el entorno muy tranquilo

Tardan mucho en servirte el primer plato y el segundo más.Me parece que una alcachofa muy buena cueste 5 € y los postres 7,50 un poco caros

La comida muy buena, la presentacion, calidad, cantidad. Lo unico que han tardado mucho en servir los platos y con mucha separacion entre ellos, me he comido dos panecillos y medio del hambre que tenia para no empezar a hacer la digestion El sitio es muy bonito y los camareros amables.

Nuestra experiencia en el restaurante Calabajío fue doblemente satisfactoria. La primera vez que fuimos fue como clientes convencionales. Fuimos a cenar y disfrutamos de una velada fantástica. El lugar, ubicado a pie de playa es especialmente hermoso tanto durante el mediodía como al atardecer, con un corte que puede recordar a un restaurante de las maldivas con un aire tropical muy muy acogedor. La comida elegante, sofisticada y lo más importante, deliciosa. Un precio muy muy razonable. La segunda vez que fuimos fue para preparar nuestra boda y no pudimos acertar más. La responsable, Mercedes, fue increiblemente amable, profesional y paciente, y no puedo resaltar bastante hasta qué punto estamos agradecidos del fantástico trabajo que hizo con nostros, especialmente en lo relevante al trato personal. En lo referente a la estética y la temática nos facilitó mucho el diseño del menú, acertando de lleno. Se coordinó con nuestros familiares para darnos una sorpresa incluso y nos ayudó con propuestas gastronómicas para aquellos familiares con intolerancias alimenticias, de forma que pudieran disfutar al máximo de la experiencia. La atención por parte del personal fue impecable. En todo momento con una sonrisa, atentos por si necesitabamos rellenar una copa, retirando con rapidez lo que se iba terminando para garantizar que estuvieramos cómodos, y siendo discretos durante el resto del tiempo, con lo cual en ningún momento se hizo cargante ni pesado el trato. La comida abundante y deliciosa. Los asistentes estuvieron varios días felicitándonos por el banquete de bodas, el debate sobre cuál fue el mejor plato dio para varios días. Las vistas a la playa y poder pasear y sacar fotos al terminar fue la guinda de la experiencia. Si le dais una oportunidad os sorprenderá muy gratamente. A nosotros ciertamente nos sorprendió. Att: Esperanza y Samuel.