Cafeteria San Miguel en Nerja

Llevé a mi esposa e hijos a cenar tarde. Nos sentamos sobre las 11 p. m. Yo pedí calamares fritos y mi esposa, bacalao. Los niños pidieron hamburguesas y nuggets de pollo. Lo recomiendo para cenar después de un paseo por la costa.

Un desayuno agradable al aire libre en un pequeño y acogedor restaurante. Volvería sin dudarlo.

Nerja hace calor, más calor que Málaga, Torremolinos o Benalmádena Costa, o al menos fue el día que visitamos. Se hizo evidente en el momento en que bajamos del autobús desde Málaga y no parecía estar más fresco mientras vagábamos cuesta abajo desde la estación de autobuses hasta el mar y las diversas atracciones. Después de recorrer este pintoresco pueblo costero, el remo de mí temía el paseo de vuelta, cuesta arriba. Un descanso para una bebida refrescante estaba en orden. En lugar de probar uno de los numerosos lugares en la zona turística alrededor de la Plaza Balcón de Europa optamos por un lugar que habíamos visto a mitad de camino en la caminata descendente, la cafetería San Miguel. Escondido en una calle lateral sombreada por una escuela, era evidente que era un lugar local en lugar de un lugar turístico. Pensemos que algunos otros viajeros parecían haberlo descubierto también. El patio está en el lado sur por lo que el edificio en sí proporciona amplia sombra, aunque también hay un toldo. El servicio era rápido, todo lo que queríamos era bebidas, aunque la comida estaba disponible. Una botella fría de San Miguel golpeó el lugar y me fortificó para el resto de la subida de la colina. Costó solo 2. 80 euros la cerveza. Antes de salir, hice una visita rápida al baño. Era pequeño pero impecablemente limpio. Fortificados y descansados nos dirigimos de nuevo al autobús y de vuelta a Málaga.