Cafeteria Rialto en Málaga

Hace poco escribí una opinión sobre esta cafetería. Sigo yendo casi día a día y me ratifico en lo que dije: lugar donde cada desayuno se convierte en una pequeña aventura de sabor y placer. Momentos sublimes que hay que aprovechar porque difícilmente los encontrarás en otro sitio. Podría decir que hablo de mi mejor comida del día, sana y saludable. Cuando fuentes oficialistas pregonan a los cuatro vientos los beneficios del desayuno andaluz, qué decir de este establecimiento que por unas monedas te sirve en tu mesa un buen café con leche, una excelsa gallega con aceite del bueno y un zumo de naranja fresquito y recién exprimido que te concilian el alma con los recuerdos de tu familia más querida. Muchas gracias a este grupo humano que hace posible que todas las mañanas me despierte pensando que lo mejor está por venir.

Pan tostado, al que llaman galleta, posiblemente el mejor que probé en muchos años - lástima que casi siempre llegue frío-. Café bueno sin estridencias. Zumo de naranja natural fresquito. Servicio lento y acorde, no porque no corran y se desvivan por atender a todo el mundo teniendo en cuenta que dos personas se ocupan de tropecientas bocas hambrientas y sedientas de que les sirvan las primeras -no importa quienes llegaran antes-. Aconsejable un tercer camarero/a y felicitaciones a los que allí trabajan porque lo hace muy bien.