La entrada no invita a entrar porque no le da la presencia de lo amplio que es por dentro. Súper espacioso y amplio. La terraza interior con naranjos, romero, lavanda y un prunus pisardis (ciruelo floral de hojas púrpura) le da un toque exquisito a lugar. Comida hecha con cariño y generosidad. Jose Luis Luque fue el camarero tan amble y entregado que nos atendió.
VOLVEREMOS.