Nuestra comanda consistió en:
- Langostinos al pil pil.-
Deberían cambiar el nombre del plato, por más que pienso, sigo sin encontrar el pilpil.
Realmente son unos langostinos al ajillo, con su guindilla y con la diferencia de que a estos le añaden un poco de pimentón. A ver, por 10€, a lo mejor no se puede pedir más, pero lo cierto es que ese precio me parece caro si me encuentro una docena de langostinos en una cazuela metálica (hirviendo - lo cual deberían avisar porque si se te ocurre tocarla, la quemadura no sería algo leve) en la que mientras se enfría, se están friendo, así que para cuando se ha enfriado un poco y te los puedes llevar a la boca, te encuentras unos langostinos secos y endurecido, y lo del "pil pil" no aporta gran chispa al sabor, la verdad, porque hay que ir rebañando y buscando los ajos y el pimentón para saborear alguna gracia, lo cual me hace recordar que el aceite (no dudo que no fuera de oliva) no tenía ese particular sabor del aceite de oliva V.E. impregnado del sabor de los ajos. Vaya, nada recomendable este plato. Luego pedimos:
- Salmón a la plancha con ensalada.-
Un plato también "incomprensible" porque tampoco se entiende la intención del cocinero/a de decorar las esquinas del plato con: 1 rodaja de calamar frito con flores (no sé si comestibles), en otra esquina había un recorte de alga nori (de las de sushi) y sobre esto, unos cherry en rama (sin lavar, por cierto) y en el centro del plato, un lomo de salmón (algo pasado de cocción) que imagino se hizo a la plancha y para emplatar, lo bañaron en el mismo "mejunje" de los langostinos, aceite con pimentón y ajos, ah! y coronando el lomo de salmón, otra flor, en este caso, un clavel (creo que no son comestibles) lo cual no deja de ser un sinsentido.
Pero en fin... Las 3 estrellas se las doy, porque, después de estos dos platos, en los que había más adornos que comida, obviamente, nos quedamos con hambre, así que mirando las pizarras publicitarias de la fachada, decidimos pedir una de carne a la piedra. Nos decidimos por ternera, aunque disponen de más carnes (solomillo y chuletas de cerdo, entrecot, etc) el caso, es que recibimos en mesa, una bandeja con piedra calentada al horno a 360° y sobre esta, un medallón de solomillo de ternera, que nosotros cortamos y marcamos a nuestro gusto de punto, he de decir que la carne era como mantequilla, tanto en textura, como en sabor, espectacular, la verdad. De hecho, en vez de mirar la carta al llegar, debimos mirar las pizarras de la fachada, porque creo que los cortes de carne, es en el apartado en el que este sitio despunta. Así que en definitiva, si vas a parar en este lugar, y te gusta la carne sin florituras, no te lo pienses. El resto de la carta, creo que deben revisarlo con cocina para que afinen las propuestas.
Por cierto, en verano, mejor reserva, porque solo sirven comida en terraza y esta no es muy grande y un detalle más a tener en cuenta, las comandas tardan en llegar, lo cual no se entiende, porque hay tres camareros y no hay tantas mesas como para esas esperas.
manuel navarro doblaje
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21 Agosto 2024
6,0