Empiezo diciendo que solo pongo 5 estrellas cuando exceden por mucho mis espectativas Y SOY MUY EXIGENTE.
Viajé a Benavente desde Segovia solo para pasar la noche y regresarme a Madrid. Solo tube tiempo de tomar un desayuno aquí, y lamento no haberme podido quedar a probar almuerzo y cena, porque solo lo que probé valió el viaje y su tiempo.
Si viajan cerca, tienen que desviarse y comer algo de pasada.
La tortilla de patatas, no tiene comparación; suave, nada desabrida, ni grasosa, ni seca, mojadita en interior, tostadita en exterior, no se si le añaden queso o crema o si es la técnica, pero nada se le compara. Una vez la probé ya no me gustó ninguna otra. Tubimos que repetir.
La torrija, única. Igualmente super suave y esponjosa en interior, y sus bordes firmes. Dulce por sí sola, sin empalagar, ni necesidad de usar ningún SYROPE ni mermelada. Casi como si la hubieran hecho con el sabroso pan soba'o de Puerto Rico, o como si la hubieran remojado primero en nata, o crema catalana, no sé cómo lo hacen. Es como saborear una nube que se deshace en la boca. También hubo que repetirla y hubiera querido seguir pidiendo hasta que ya no tuvieran más.
El biscocho (pastel, torta) de manzana fresca tierno, con consistencia de biscocho, pero húmedo con la manzana y su almíbar. De nuevo, dulce lo necesario, perfecto para terminar el desayuno sin parecer un postre. Pero dejando esa sensación de complacencia....
El zumo de naranja natural, como si hubieran podido adivinar cuáles eran las mejores naranjas...
Los precios, muy justos.
Y la cortesía, la atención, la tranquilidad del ambiente amistoso, del lugar y sus alrededores, lo hacen meritorio para quedar una vez a la semana a compartir un desayuno con las viejas amistades del barrio.
Un saludo a las chicas doradas de los jueves 😉 que lo sigan pasando bien.
Y mis respetos a la chef del lugar. Ojalá pudiera volver algún día, o me envíe las recetas, y las técnicas 😁.
Elmer Flores
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25 Marzo 2024
10,0
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