Una pequeña isla alemana en el sur de España. El anfitrión y la casera son súper amables. La comida estaba excelente. Raciones deliciosas y abundantes. Había fútbol de fondo y la gente fumaba afuera. Como alemán, es una visita obligada si alguna vez estás de vacaciones por la zona. Pero creo que cualquier español también disfrutaría de este tipo de comida. Anímate y pide el Cordon Bleu 👌