BUYALLO TABERNA. en Huétor Tájar

Aquí estamos para añadir una reseña en un sitio típico muy tranquilo en un Domingo finalizando agosto. Hemos comido una ensalada de bonito y aguacates, unas tortillitas de camarones y un cordero espectacular y de postre un arroz con leche casero, todo merizado con un vino joven exquisito,; sin dejar de la lado el buen trato y servicio Para repetir

Muy buena relación calidad/precio, el local estaba refrigerado y el camarero muy agradable.

Excelente comida y trato de los camareros y dueño

De Cádiz a Murcia, paramos a comer aquí por las recomendaciones de Google. Y muy bien, el ambiente es tranquilo y acogedor, buena música de fondo y buen servicio. La comida muy rica también, no es barato, como aparece en Google (10-20€). Más bien 20-30€,pero se come bien. Codillo al horno17'5€, muy bueno. Alcachofas con jamón, huevo y gulas, picantitas, deliciosas 19'50. Si tengo q poner una pega y lo hago como recomendación, es que el pan era de "supermercado". Y por 6 rebanadas 2'5€, me parece un disparate. A un sitio con platos elaborados y en los q se moja pan con gusto, q menos que un buen pan casero.

Típica taberna de pueblo con barra, mesas, salón comedor y terraza (si no llueve, claro). Comidas caseras muy bien elaboradas. La atención, tanto por parte de Francisco "Buyallo", como de su compañero, excelente: profesionalidad, eficiencia y agradabilidad. Nada más llegar nos tomaron nota de la bebida la cual nos sirvieron sobre la marcha acompañada de una muy buena tapa de bienvenida que siempre se agradece. Nos trajeron la carta y nos dieron explicaciones detalladas sobre muchos de sus platos. (La segunda consumición también vino acompañada de tapa). La croquetas de espárragos y las de puchero muy buenas y nada aceitosas. Las alcachofas a la montillana excelentes. El rabo de toro muy sabroso y se desprendía del hueso nada más que tocarlo con el tenedor. De postre nos pedimos un tiramisú casero (sólo disponían de dos postres caseros) que nos encantó. Así que enhorabuena a la cocina. Sobremesa con un excelente café cortado y un licor de hierbas de calidad. Lugar muy recomendable al que volveremos para probar otros platos (flamenquín de pollo, pierna de cordero, ...). La música, aunque agradable, demasiado alta para nuestro gusto, lo que obliga a la gente a hablar más fuerte y que el ruido en la sala llegue a ser molesto. Nosotros, en particular, preferimos comer sin música alguna. Otra cosa es el tardeo o el copeo.