Resulta que pido a través de Glovo y después de una hora de espera miro el móvil donde me habían llamado tanto el repartidor como el propio local. Hablo con la chica y me dice que el repartidor ha llamado al telefonillo y que al no contestar al teléfono ni nada se ha ido al siguiente pedido. Doy el ok y sigo esperando. Veo por la ventana de mi calle al repartidor en el número de al lado. Vuelve a llamarme al teléfono ( que yo veo después de 4 minutos ) y vuelvo a hablar con el local. La chica habla con el repartidor y aclaramos exactamente el domicilio.
La cuestión, que la chica se excusa diciendo que el repartidor ha tenido una confusión en cuanto a la dirección y que ha ido dos veces. Le digo a la chica que al telefonillo no ha llamado ni una vez. Me rebate diciendo que al teléfono sí que nos ha llamado. Le rebato diciendo que yo no tengo por qué tener el móvil a mano si el domicilio está indicado en el pedido. Me dice que ahora vuelve el repartidor a dejarnos la cena, y ahí me tenso.
Una hora y media esperando un pedido para que nos llegue más fría que el ártico y más seca que la suela de un zapato? No. Le digo a la chica que no es lógico que nos llegue la cena fría y se excusa diciendo que ha sido un error del repartidor. Mi respuesta: sé cómo es este trabajo, pero yo no tengo la culpa del error del repartidor. Pues la chica coge y me dice que "si repiten nuestro pedido esa comida se tira". Disculpa, le estás echando en cara a un cliente un error del propio establecimiento? Es para flipar.
Repiten el pedido y vuelve el mismo repartidor esta vez habiendo aclarado el potrerillo y sus dificultades.
Gracias al repartidor por su paciencia y que a pesar de haber vuelto tres veces no ha tenido ni una mala cara, pero la chica del local debería darle una vuelta a su atención al cliente. Un saludo.