Brasserie 1885 en Zaragoza

Buenos entrantes, recomendados por el camarero: tomates de temporada con atún, ensalada de patata con marisco en salsa especial. Los platos principales, entrecot y corvinas con espárragos, estaban excelentes. La paella decepcionó un poco en comparación. Los postres: flan con flan y praliné de avellanas, ¡buenísimos!

Gracias a las buenas reseñas, decidí comer en este restaurante. Mi pareja y yo lo pasamos genial y los platos estaban buenísimos. Recomendado.

Un servicio muy bueno por parte de Abraham , la comida correcto calidad -precio un ambiente muy tranquilo para completar una cena estupenda

Brasserie 1885: Una Brasserie Atemporal en el Corazón de Zaragoza Servicio Inigualable Iván, el gerente del restaurante, fue la piedra angular de mi experiencia. Su profundo conocimiento de los productos locales, desde el cordero Ternasco de Aragón hasta el pollo de corral, se hizo patente al guiar cada plato. Maridó los platos con vinos y postres regionales, creando una experiencia de cata que parecía hecha a medida. Un Festín de Sabores Aragoneses Las recomendaciones de Iván se convirtieron en mis favoritas al instante: Entrantes: Pollo de corral a la parrilla, recién salido del horno de carbón, tierno y ahumado. Plato Principal: Un suculento costillar de Ternasco de Aragón, sazonado con sencillez para realzar su origen. Maridaje: Una robusta Garnacha de viñedos cercanos, cuyas brillantes notas de cereza realzan la riqueza de la carne. Postre: Una sedosa crema catalana, coronada con azúcar caramelizado y espolvoreada con canela. Cada bocado exhibía los sabores del pasado rescatados de la cocina lenta, haciéndote apreciar cómo la tradición y la innovación pueden armonizar. Un esfuerzo extra Aunque el servicio de almuerzo estaba a punto de terminar, la cocina acogió mi pedido tardío sin dudarlo. Ese compromiso con la hospitalidad, además de estar siempre pendientes, decía mucho de su filosofía. Me fui sintiéndome menos como un cliente y más como un invitado de honor. Recomendación final Para quienes deseen auténtica cocina aragonesa en un ambiente que conecta pasado y presente, Brasserie 1885 es una visita obligada. Reserva con antelación, pide consejo a Ivan y prepárate para descubrir por qué esta joya se encuentra entre las mejores de Zaragoza.

El 1885, ubicado en una calle emblematica como Alfonso I, es un sitio agradable dónde tomar algo a gusto y ser atendido por mujeres maravillosas como Zulema, con su encantadora sonrisa y presencia. Por lugares tan auténticos con seres humanos como este en Zaragoza, ¡que no se pierda la magia en nuestra hermosa ciudad y que se apueste por la cercanía en nuestros tiempos!

Fuimos a comer cinco amigos y nos sorprendió una comida exquisita y un trato de 10

Entramos con dudas porque de primeras nos pareció una trampa para turistas, pero salimos encantados. La comida estaba de lujo, tanto los platos principales como los entrantes y el postre (no he probado una torrija mejor). El servicio de 10, el chico que nos atendió fue encantador y nos puso en una mesa de 6 siendo 4 para poder dejar los carros y que los peques estuvieran cómodos. Y el precio, para estar en la ubicación que está, me pareció también muy acertado. 100% recomendable.

Iván es un crack.. nos hemos dejado aconsejar por el en los entrantes, y ha sido un acierto. El arroz meloso y foie espectacular, lo recomiendo y las carnes extraordinarias. Hemos pedido vinos de la zona y tb nos ha traído uno para probar del desierto de los monegros q estaba muy bueno. Dejar algún hueco para los postres, jjj. Si reserváis por internet comprobar q es en el restaurante no en el café de la misma cadena ya q el email q te mandan es de reserva en el café. Volveremos seguro pq el producto q trabajan es de primera calidad, la atención magnífica y el precio acorde a lo consumido. Se agradece la invitación a los cafés.

Pequeño gran restaurante. Paella super buena y personal amable. Recomiendo este restaurante.

Izar nos atendió perfectamente, su atención y su cariño hace que cocina es aún más excepcional y nos guía para recomendártelo