Bistrot Lumière en Las Palmas de Gran Canaria

Comida, local y servicio muy buenos!!

Excelente ambiente, excelente comida! Sobre todo las croquetas ❤️

Demasiado caro para lo que ofrecen. Seguro que no vuelvo

Llevaba unos meses soñando con las tortitas bretonas (echo de menos ciertas especialidades francesas desde que vivo en Gran Canaria) y lo disfruté. Un ambiente muy agradable con una decoración muy cálida y una camarera sonriente y alegre, una clientela tan amable como el resto. Fue realmente una gran velada. Para volver a hacerlo rápidamente

¡La mula de Moscú, magnífica! La galette con ternera, champiñones, brie y salsa bearnesa, ¡estaré encantada de volver a hacerla cuando vuelva a Bretaña! ¡Buen equilibrio, buenos productos! GRACIAS

Muy rico todo. La crêpe uruguaya era increible. La tomamos con la sidra francesa.

Lugar con mucho encanto, cócteles estupendos y también hacen crêpes típicas francesas llamadas galettes, probamos la parisina y nos encantó.

Nos encanto el sitio, el personal muy amable y los cócteles riquisimos. Volveremos.

"Bistro Lumière" ofrece una maravillosa combinación de cocina francesa y un acogedor ambiente de bistró. Tan pronto como entra al restaurante se siente bienvenido y la iluminación ambiental, el encantador mobiliario y la suave música de fondo lo invitan a quedarse más tiempo. El menú es pequeño pero cuidadosamente elaborado, con platos clásicos franceses con interpretaciones creativas. Como entrante elegimos la sopa de cebolla y el tartar de boeuf. La sopa de cebolla estaba rica y sabrosa, con una corteza de queso perfectamente derretida. El tartar era fresco y delicadamente condimentado, una elección auténtica y deliciosa. De plato principal elegimos el entrecot y el pisto. El entrecot estaba frito a medio cocer, jugoso y servido con una excelente salsa de pimienta que complementaba maravillosamente la carne. El pisto también fue excelente, ligero y sabroso, con verduras perfectamente cocidas que traen el verano a la estación fría. El servicio fue atento y amable sin ser entrometido. La camarera se tomó el tiempo de explicarnos las especialidades y nos dio buenas recomendaciones. Lo único que fue un poco largo fue el tiempo de espera entre el entrante y el plato principal, pero eso casi se olvidó debido al ambiente relajado. De postre nos regalamos la crème brûlée, perfectamente crujiente y cremosa al mismo tiempo: un final celestial para una comida de gran éxito. En general, el “Bistro Lumière” es un lugar ideal para disfrutar de una cena agradable y relajada. Una pequeña joya para cualquiera que aprecie la cocina francesa. ¡Definitivamente regresaremos!

Un local muy agradable con buena comida, cócteles de primera y buenos precios. Además, el servicio es muy atento. Lo recomiendo!