Bar Soria en Granada

El camarero es un crack, te vende una moto sin ruedas. Nos gustó mucho el ambiente q se respira, pero Fran juega champions, te pone y t quita cañas sin pedirlas, le dices q te vas y t pone otra... La broma es q cuando te das cuenta, pagas cuarenta euros de cañas q no sabes ni si tomaste, na un genio t abre dos días a la semana, un par de envolventes y mes finiquitado. De mayor cómo Fran.

Encantadísimos de compartir un ratito con estos camareros.

Grande Fran!!! Una taberna de barrio de toda la vida, buena gente, buen ambiente y Fran con mucho arte y salero, siempre con una broma y un chiste. Buenas raciones.

Bar auténtico granaino! Buen ambiente y pureza! Lugar donde siempre volver para unas cervezas!

Un bar de los pocos que quedan en Granada! Un ambiente genial, y Fran te hace sentir como en casa. Las tapas buenisimas y si quieres pedir algo de carta, muy rico todo.

Taberna de las de siempre , no busques protocolos ni ná . Allí se va a beber, comer y conversar . Fran tiene una mala..llá encantadora . Viva la Alhambra 🍺, viva el vino ,viva el rock y viva to lo de siempre!, (que se está perdiendo). Más sitios así hacen falta .Como por ejemplo Bar Cirola, en Castril 😜

Auténtica taberna granadina de gran solera. Dirigida y atendida por el gran Fran Soria, gran persona y gran personaje donde los haya. Para quien no haya estado nunca y no lo conozca, que no se quede con la primera impresión, observa durante bastante rato y luego juzga. No es un sitio para comer con un par de tapas, eso si, son excelentes. Y las raciones también son exquisitas.

Lo hemos conocido hoy , Fran un personajazo, maravilloso sitio, maravillosas tapas,maravilloso vino y maravillosa atención. Nuevo sitio de referencia en Granada. Un 10.

Que decir del Gran Fran Soria y su taberna. Ambiente, tapas, bebida, comida, rock, indie, lo mejor de Granada

Busqué un sitio para cenar rápido cerca de mi alojamiento y encontré este sitio. Parecía frecuentado por clientes habituales, y aunque a los extranjeros les pueda parecer desconocido, enseguida me hice amigo del dueño. Si quieres tapas variadas en raciones pequeñas, tendrás que ir a otro sitio. La carta no es extensa, pero está absolutamente deliciosa. Pedí la recomendación de un cliente habitual y la carne se deshacía en la boca. Y, siendo considerados conmigo como extranjero, no paraban de preguntar: "¿Te gusta el jamón?" y "¿Te gusta el queso?", y me ofrecieron jamón, galletas, queso y pan. Mi plato principal, varios bocados y dos botellas de té helado me costaron solo 24 €. El dueño es increíblemente alegre y amable. Aunque su personalidad puede variar según la persona, lo disfruté mucho. No sé cuándo podré volver a Granada, pero si lo hago, sin duda volveré.