Bar Restaurante el Saucito en San Juan de la Rambla

Un espectáculo,si quieres comer pescado recién pescado y variedad de la zona,este es tu sitio.Las papas arrugadas y batata con mojos muy buenas.Un consejo, meter en Google maps la dirección del restaurante,porque está justo en la carretera enfrente de una gasolinera Repsol y es fácil pasarselo.Pedir morena frita impresionante y el pescado bocinegro.Atencion por parte del personal de diez.Estuvimos hace 15 años comiendo y hemos repetido un par de días.

Acudimos mi madre y yo. Nos recomendaron la morena frita y estaba buenísima. Las vistas estupendas! El personal muy agradable y hasta se quedaron un ratito después de la comida recomendado que lugares visitar para aprovechar bien nuestra estancia. Como los platos fueron abundantes, nos pusieron la comida en unos recipientes para llevar. Definitivamente de 10!

Todo un placer ir y disfrutar de la atención y la comida.que es estupenda..

Comimos hoy . 23 de noviembre.. súper amables . La comida riquisima : morena, catalufas, ensalada, papas y batata .. de postre quesillo.

Se come muy bien pescado, lapas, pulpo y es barato.

Muy buena la comida y los precios

Parece un simple bar de carretera, pero esconde un comedor muy amplio con unas vistas espectaculares! Trato muy cercano, nos reservaron una mesa y algún pescado sin ni siquiera pedirlo y nos pareció un detallazo. El pescado a la plancha estaba muy rico y servido con papas y batatas con mojo verde y rojo. Los chopitos buenísimos, es lo que más nos gustó! Muy recomendados! El pulpo también fresco, rico y bien cocinado. El personal es muy amable. Nos dieron una trona para el niño y nos sentimos muy a gusto! Repetiremos!

Tenía expectativas porque me lo recomendaron pero no destaca en nada.

Fui a buscar pata asada para un encuentro colectivo. Si no llevo la pata del Saucito me vetan. Tienen que probarla

Un lugar hermoso, de principio a fin. El servicio estuvo por encima y más allá, literalmente. Su terraza en la azotea estaba cerrada, pero realmente queríamos disfrutar de las hermosas vistas, por lo que les ofrecimos tomar nuestros propios pedidos si nos dejaban sentarnos allí. El encantador camarero consultó con el gerente y, antes de que nos diéramos cuenta, estaban limpiando la mesa y otros dos camareros estaban subiendo nuestro pedido. Los postres que pedimos fueron fantásticos, el café también fue excelente, pero la hospitalidad realmente hizo de este un lugar inolvidable.