Bar Pallantia en Palencia

Hicimos parada en Palencia con el bus en nuestro trayecto a Madrid. Topamos con este bar buscando desesperadamente un sitio donde conseguir comida, ya que llevabamos sin comer desde hacía horas. El dueño nos preparó unas tapas para llevar, regalándonos más unidades de tapas y trozos de bizcocho (riquísimo por cierto). Se agradece encontrar gente con tan buen corazón y tan amable hoy en día.

Hemos ido porque pasamos por la ciudad con el autobús y el trato ha sido increíble. nos regaló para que probáramos un par de pinchos y estaban increíbles, sobre todo el bizcocho de limón.

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