Bar muralla en Granada

Es rico y barato, nos dieron unos tostados de pan árabe con la bebida y las croquetas que pedimos estaban buenas

Excelente lugar donde tomar un café, cerveza, refrescos o copa.

Precios justos y buena comida: fuimos a almorzar y ¡valió la pena!

delicioso. Tapas de cortesía incluidas. ¡Esta zona es divertida porque hay muchos restaurantes deliciosos y puedes recorrerla comiendo!

Buen ambiente, música en vivo ; regulares tapas

Muy buen servicio y buena comida . Volveremos.

Es muy buena comida y la calidad es buena. +La gente allí es muy amable y simpática.

Excelente lugar,venimos desde Málaga y desde luego que volveríamos,la comida buenísima y muy buen trato por el personal.Sitio muy recomendado.

No sabemos cómo, en medio de un apagón que afectó a toda España, el matrimonio que regenta este local gestionó con calma, cordialidad y precisión una cola de gente hambrienta y un poco desorientada por el ambiente distópico de una Granada a oscuras. Pudieron ofrecer a todos, iluminados sólo por una antorcha y una parrilla de gas, unos bocadillos calientes recién hechos (buenos y a 5€, con queso y bacon) y una cerveza helada aún más increíble.

We visited Bar Muralla during our family trip to Granada. The bar is quite small inside, and as it’s located in a touristy area, the tables are packed tightly together. While this makes the space feel a bit cramped, it also adds a certain cozy, local charm to the atmosphere. It seemed like only two staff members were handling everything, so we had to wait quite a while after ordering before the food arrived. That said, the food was decent — nothing extraordinary, but satisfying enough after a day of sightseeing. Overall, it’s a pleasant place to stop by for tapas if you’re in the area and not in a rush. The atmosphere feels authentically local despite the crowds, and it’s worth a try for a casual experience. Visitamos Bar Muralla durante nuestro viaje familiar a Granada. El bar es bastante pequeño por dentro y, al estar ubicado en una zona turística, las mesas están muy juntas. Aunque esto hace que el espacio se sienta un poco apretado, también le da un cierto encanto acogedor y local al ambiente. Parecía que solo había dos personas trabajando, así que tuvimos que esperar bastante tiempo después de hacer el pedido antes de que llegara la comida. Dicho esto, la comida estaba bien — nada extraordinario, pero lo suficientemente satisfactoria después de un día de turismo. En general, es un lugar agradable para parar a tomar unas tapas si estás por la zona y no tienes prisa. El ambiente se siente auténticamente local a pesar de la multitud, y vale la pena probarlo para una experiencia informal.