Bar La Cala en Zaragoza

Muy simpáticos y atentos todos los camareros , el precio esta muy bien y la comida es casera de calidad y cualquier modificación ellos la hacen sin problema la cocinera es estupenda !

Comimos una mariscada para dos personas y fue increíble. Muy buen producto, no te sacan una bandeja llena que luego se va enfriando, te van sacando platos y siempre te comes todo calentito. Todo en su punto. He de decir que a mí los mejillones no me gustan, la cocinera los prepara a la plancha y me encantaron, tanto que al terminar pedimos pedía ración más. Repetiremos! Muchas gracias

Encargamos mariscada para 2. Todo muy bien preparado y muy fresco. El trato, excelente. Repetiremos

Que no sea un restaurante de súper lujo no significa que no haya que reservar. No solo los súper restaurantes tienen gente en espera. Comida espectacular. Atención espectacular. Y antes de mandar una reseña hay que informarse de donde son. Cuántos años llevan en España. Y si tienen la nacionalidad. Porque todos llevan más de 20 años en España, trabajando y pagando impuestos como los trabajadores que hemos nacido en España. Así que antes de poner algo en una red social. Primero informarse. Gracias por todo familia. Seguir así.

Tiene un menú del día muy bueno y barato 3 platos de primero y 3 de segundo para elegir, comida casera muy bien.

Comida del día y casera,y por encargo e disfrutado tanto del ternasco asado como la paella de marisco,un trato agradable y familiar,la camarera excelente,se desvive por atender con su simpatía y gracia, eso sí es atender al público.

Muy buena comida, casera, barata y muy muy buena, rápidos, económicos y con muy buen trato, recomiendo mucho este establecimiento

Hemos comido allí muchas veces, la comida buenísima, los camareros y camarera un encanto y Valentina también. Comida hecha con mucho cariño y dedicación. Seguiremos yendo y recomendando.

Súper buena la comida, un trato genial y muy buenos precios

He comido aquí muchas veces y siempre ha sido una experiencia maravillosa. Es un local pequeño, pero con un ambiente familiar y acogedor que te hace sentir como en casa desde el primer momento. La comida es casera, deliciosa y preparada con un cariño y una dedicación que se notan en cada plato. Las paellas son exquisitas, las mariscadas impresionantes (¡y lo digo como gallega, con conocimiento de causa!), el ternasco es espectacular, y la variedad de platos nunca deja de sorprendernos. El trato es inmejorable: los camareros y la camarera Ana son encantadores, siempre atentos y amables, y Valentina y su familia hacen que la experiencia sea aún más especial. Desde que me mudé aquí, este lugar se ha convertido en uno de mis favoritos, y sin duda seguiré viniendo y recomendándolo. ¡Un sitio de 10!