Bar Gallo en Zaragoza

Es un sitio muy lindo, tienen una decoración diferente y está abierto hasta para tomar algo al medio día, como por la tarde y también por la noche. Tienen diferentes opciones de tapas y raciones, las camareras son muy simpáticas. El pollo frito koreano está muy rico.

Fugitivo del bar de los años ochenta, con un interior ecléctico, buenas tapas, un propietario muy agradable y, sobre todo, ¡muy buena música!

Sitio original para tomarte unas cervezas y picar algo.

Buen lugar para echar unas cervecitas y unas tapillas en la Madalena

Destacar la atención de la camarera y el cocinero, muy buena onda. Ambiente y música de 10, sin duda uno de los mejores sitios de la ciudad

Un lugar muy interesante, de diseño muy sencillo, con un poco de música, cositas para comer (pero estaban ricas) y un ambiente informal. No es para todos, pero me gustan mucho lugares como este.

Yo he ido bastante al lugar y tengo que decir que a mi personalmente me encanta. El ambiente y el trato siempre, siempre, siempre ha sido cuanto menos correcto, incluso cuando el bar ha estado petadísimo de clientes y he podido comprobar que están saturados me han tratado profesionalmente, que es lo mínimo exigible. Cuando ha estado tranquilo siempre me han atendido de 10. La comida me gusta, opciones vegetarianas que es de agradecer. Alguna vez estando a punto de cerrar la cocina nos han dado alguna cosita sin tener porque hacerlo, eso es de agradecer también. El ambiente me encanta, sentarte dentro de la barra a charlar, la música, la terraza. Yo es que no puedo ponerle pegas, la verdad. Para mi es de los lugares que hace la madalena un lugar especial. Ánimo y a mejorar siempre, porque es siempre necesario, pero a seguir así.

Estuvimos un día de gran afluencia por la zona y llegamos un poco tarde, rondando las 15.00, la camarera nos dijo que teníamos 15 minutos para poder pedir todavía comida de la cocina, fue muy amable. Pero la sorpresa fue que realmente lo que nos ofrecía era calentar comida que ya tenía preparada, las croquetas las que veíamos en barra y el resto de cosas eran recalentadas o simplemente frías, una familia entró bastante más tarde que nosotros y estuvo comiendo sin problema, además olvidó uno de nuestros platos en el microondas durante más de media hora. En fin, me parece que si el bar está abierto y solo vas a calentar la comida o servir en un plato, no tiene sentido tener horario de cocina. Por otro lado, las croquetas estaban ricas, el paté de pimientos también, lo demás para gustos, a mí no me encantó.

Picamos por la tarde noche en la terraza y se estaba muy bien, la comida muy rica. Recomiendo las alcachofas. Servicio muy amable.