20/09/2025: Caminando por la calle principal de Zaragoza desde el Palacio de la Aljafería, buscábamos un buen restaurante para comer. Muchos de los que pasamos eran bastante oscuros y cutres, ¡jaja! Sin embargo, al llegar a una rotonda concurrida, nos topamos con el Café Bar Montréal. Lo que nos animó a ir fue el ambiente luminoso del interior, gracias a sus ventanales que dejaban entrar mucha luz natural. Es un restaurante muy informal con una carta plastificada, pero que ofrecía una amplia selección de tostadas, platos combinados, ensaladas y más.
Optamos por una ensalada con salmón ahumado, atún, anchoas, aceitunas, tomates, cebollas y lechuga, y ¡vaya si la ración era generosa, al igual que los ingredientes! Vale la pena pagar 14 euros.
Un plato combinado de pechuga de pollo con patatas salteadas y pimiento rojo escalivado también estaba muy bueno y abundante.
Los Calamares a la Romana (grandes y tiernos rondelles de calamar rebozados con una capa crujiente) fueron un éxito.
El último plato fue un sándwich abierto con filete de cerdo sobre una cama de champiñones salteados y queso azul. De nuevo, no escatimaron en ingredientes. ¡Delicioso!
Un extra fue el cálido y amable servicio de Pilar, quien enseguida comentó que su nombre es como la Virgen Pilar de Zaragoza. Quizás sea una generalización, pero cada vez es más raro encontrar camareros tan amables. Así que encontrarme con Pilar hizo que nuestra experiencia de almuerzo fuera aún más agradable.
Y por último, me hizo descubrir la cerveza Triple Zero AMBAR de Zaragoza con limón, servida con un vaso frío. ¡Una delicia en un día de calor abrasador!
13/09/2025: Fuimos por recomendación de nuestro hijo, que estuvo allí en Marzo.
Nos atendieron de maravilla, hemos comido y desayunado.
La comida muy buena, nos aconsejó los Pilar y lo hizo muy bien. Nos atendieron de maravilla.
El personal del establecimiento, todos muy amables.
Si tenemos otra ocasión de venir a Zaragoza volveremos.