18/08/2025: Si este restaurante fuera italiano, me imaginaría a una abuelita en la cocina. Pero es suizo, y lo que tiene es una mujer de ojos azules y rostro bondadoso que, con la misma maestría, pasión y conocimiento que esa “nona” que imagino, defiende su cocina con orgullo.
Es un restaurante familiar donde el producto y la amabilidad son lo primero. Si buscas buena comida, una carne excelente o probar auténticas recetas suizas cocinadas con amor, este es tu lugar. Si, en cambio, para ti es más importante la decoración que el sabor, mejor vete a cualquiera del grupo Limonero.
Hemos ido un par de veces y siempre nos quedamos con ganas de probar algo nuevo. La carta de postres la presentan con orgullo y marcan claramente cuáles son caseros. El resto de la comida es maravillosa. La cocinera trabaja con el mismo cariño con el que prepararía la mesa de su casa. Su marido (o eso creo) atiende con entusiasmo y simpatía, recomendando platos y guiando en la elección. Habla varios idiomas, castellano, francés, ingles y alemán, al menos.
El local admite unas 30 personas y casi siempre está lleno, así que conviene reservar. Y ese es parte de su encanto, no es un restaurante de paso, sino un sitio donde se va a comer como en casa. Si quieres una comida hecha con cariño, pasión y con la calidad como bandera, no dejes de ir.
Nosotros ya lo dijimos y lo repetimos: volveremos.
14/08/2025: ¡El ambiente es genial! Nos sentimos muy a gusto en este restaurante. La comida es excelente. El mejor restaurante de nuestras vacaciones. ¡Una relación calidad-precio inmejorable!