Atípico en Granada

En la visita a Granda debería ser obligatoria la parda en Atípico, un desayuno aquí revive a cualquiera. Un huevo Benedictino en base brioche con salsa holandesa fue mi última elección. Woowww riquísimo.

Comida y atención espectacular! Repetiremos sin duda para probar esas pastelas morunas. De momento, más que satisfechos con el abanico ibérico, que no te deja indiferente 🤩

Un lugar muy bonito,he puesto 4 estrellas porque la ración de bacalao era muy pequeña ( quizá porque era un menú concertado)

El restaurante cuenta con un interior moderno y un personal amable. Los huevos Benedict están simplemente deliciosos, tanto la versión con beicon como la de salmón. 🥚 Muy recomendable para un brunch espectacular.

Siempre que he ido aquí ha sido a desayunar, me encanta como hacen el café, y las tostadas también están riquísimas, me parece que tienen muy buena relación calidad-precio. El ambiente y la decoración del salón, lo hacen un sitio muy acogedor y el personal es muy agradable, tengo que ir a probar sus platos de comida y brunch!

Riquísimo y ambiente tranquilo, se está muy fresquito adentro

Para comer a buen precio en un ambiente inmejorable es el sitio indicado. Lo visito con bastante frecuencia porque me pilla cerca de casa, la verdad, pero nunca defrauda, espectaculares el risotto y las alcachofas. Es recomendable reservar.

Desayunamos ahí y la verdad que genial, cantidad y calidad🤗 el servicio impecable

Un lugar que enamora en Granada. Atípico es exactamente eso: platos creativos, deliciosos y presentados con mimo. El ambiente está muy bien cuidado, con una decoración con encanto que invita a quedarse. El servicio fue exquisito: Álex fue amable, atento y profesional en todo momento. Se nota que cuidan cada detalle. Y un gran plus: ¡son verdaderamente Petfriendly! Nos ofrecieron agua para ella y nos hicieron sentir como en casa. Un sitio especial al que sin duda volveremos. ¡Muy recomendable!

Local muy cerca del Hospital Real al que fuimos recomendados fundamentalmente por su especialidad, los huevos benedictinos que ponen para desayunar hasta las 11:30 y la verdad es que son un espectáculo. Se nota que ponen mimo en todo lo que hacen y aunque los precios son algo elevados vale la pena. Abren a las 9 y tienen una terraza entre árboles bastante agradable a la vez que un interior bastante coqueto. El personal es muy educado y amable.