Soy italiano y vine aquí con mi novia por consejo de su hermano, que se mudó aquí hace varios años. ¿Qué decir? Maravilloso. Comimos una paella con tinta de calamar. Decir exquisito es quedarse corto. Pero más allá de eso, el precio es realmente bajísimo. Un bote enorme por apenas 13 euros (en dos veintiséis). ¡Muy recomendable!
Les he dado varias oportunidades y siempre pasa lo mismo. Vas con reserva y aún así tardan en sentarte entre 30 y 40 min. Cogen a mucha más gente de la que deberían.
Los arroces están buenos, en especial el negro, pero a veces con el jaleo que tienen en cocina no llegan bien las comandas o no llegan calientes.