Nos sorprende leer malas críticas sobre este restaurante porque disfrutamos de la comida argentina.
Filete de ternera súper tierno para mí (250 g), sin necesidad de cuchillo y 700 g de costillas para mi marido, el vino también muy bueno.
Las verduras estaban bien cocidas, deliciosas. La carne servida se ve en una ventana en la entrada y vemos a los cocineros trabajando porque la cocina es abierta (platos preparados a fuego de leña)
¡Así que no te decepciones! Nosotros recomendamos