12/08/2025: Ha quedado precioso despues de la reforma. Mantiene la esencia de lo que fue con el espíritu actual.
10/08/2025: Majestuoso, Imponente, Histórico.
Cruzar el último recodo de la vía y ver aparecer el Hostal de San Marcos en todo su esplendor es una de las experiencias que jamás olvidaré. Recorrerlo acompañada de sus historias y fantasmas fue una vivencia muy especial. Al llegar, con un poco de imaginación se puede ver los peregrinos pasar el Bernesga, en honor a ellos Paradores les realizó una emotiva escultura en medio de la Plaza. De toda estas emociones ya me había avisado mi marido quien estuvo aquí con sus padres hace 40 años, pese a eso, la impresión fue genuina. Paradores ha tenido que transformarlo parcialmente sin embargo conservan viva su esencia y eso es lo más valioso, es posible que algunos, como mi marido, añoren la estructuras que ya no se han podido conservar, pero el logro en las adaptaciones es genial, la decoración es una mezcla asertiva entre su impresionante y complejo pasado y lo contemporáneo. La parte del Museo y la Sillería del Coro están bajo reforma pero la pudimos ver a través de las puertas acristaladas de la Biblioteca en el Claustro Alto donde también moran valiosos libros del Coro rodeados de ingeniosas palabras de Quevedo revelando los grises recuerdos de su cautiverio. Este Hostal hay que descubrirlo puerta tras puerta, pasillo tras pasillo. En el Claustro Bajo nos encontrarnos con remembranzas de la Orden De Santiago, es un lugar que te habla desde sus glorias y desde sus tiempos oscuros. Observamos con aprecio que todo tiene un excelente mantenimiento. En la parte práctica del Hotel un correcto check-in con Susana y con un diligente Carlos que se hizo cargo del equipaje y el coche. La habitación amplia de techos altos, decoración moderna y sistema eléctrico digitalizado. Atención de camareras correcto, por un detalle fuera de lugar de la habitación nos atendieron rápidamente y se solucionó. El Bar es encantador y cómodo, estuvimos tanto a la llegada como para la cena, recomendamos las cremas y el solomillo, en ambas oportunidades nos atendió Ángel, un señor que resalta por lo correcto en el servicio y encantador en el trato, además de ser un experto Barman, nos ha preparado correctamente un Santa Teresa 1796 (casi siempre tengo que orientar, esta vez la sorprendida fui yo y me enseñó algún truco para variar, yo le devolví el favor al contarle la historia del origen de la familia y la Hacienda Santa Teresa, gracias) también nos contó historias del Parador de forma muy amena y nos orientó sobre la mejor vía para llegar a nuestro próximo Parador (Santo Estevo), siempre le recordaremos junto al maravilloso equipo que forma con los amables Rodrigo y Sergio, nuestro cordial saludo desde Sevilla, un servicio de 10. Durante nuestra estancia otro personaje que es de resalar fue Emilio, tan cordial y amable nos guió para mostrarnos como y cuando deberíamos visitar los claustros y como entrar y salir de los diferentes espacios a visitar dentro del Parador, entre ellos La Sala Capitular, muchas gracias. La entrada del museo también en obras pero se puede entrar, muy amable el personal, se entra por el Templo.
Todo el equipo de la Recepción estuvo muy atento bajo cualquier requerimiento, mil gracias. El desayuno fantástico y muy variado, de los mejores, los platos calientes solicitados estuvieron correctos, acá resaltamos a Beatriz, gracias por sus atenciones y por tomarnos la foto requerida con el letrerito que siempre llevo (para diferenciar cada Parador ☺️) El check-out correcto y a tiempo, gracias a Alejandro por ayudarnos con el equipaje y el coche. Para todo el que lee mi reseña y no conoce el Hostal de San Marcos desde adentro con sus noches silenciosas llenas de historias, deseo transmitirles que me faltan palabras para ser justa al expresar lo maravilloso de cada espacio, cada rincón, que es una experiencia que no se puede dejar pasar, inolvidable. Al equipo completo que trabaja en este Parador, felicitaciones, estáis bien coordinados y bien formados, merecéis ser reconocidos por vuestra excelencia en atención, gracias.