A Reloxería en Palas de Rei

La comida de 10. Nos pedimos la tabla de quesos, los langostinos en tempura y el filete con foie. Aunque el servicio fue bastante lento, se olvidaron de nuestra bebida, y la verdad que con la calor que hacía, estábamos bastante sedientas, y costó que nos hicieran caso.

La comida buenísima, muy buen servicio en especial de Nelson.

Cenamos aquí durante nuestra parada en el camino. El sitio y la comida son buenos, gran calidad, pero el tiempo de espera estropea todo, esperamos 50 minutos hasta que trajeron la comida (tabla de quesos y zamburiñas, algo que no requiere demasiada preparación).Deberían plantearse aumentar el personal, sólo 2 camareros para interior y exterior, con una cara de agobio impresionante, una pena.

Atención muy buena, la camarera es un 10 como persona y trabajadora, se hace todo el bar sola y siempre con buena cara y buenos modales. Lo recomiendo sin ninguna duda

Todo esquisito. Recomiendo el pato con guarnición. Imprescindible ir aseado antes de ir a comer, si vienes haciendo el tramo de Camino de Santiago.

Excelente. Nunca se terminaba de borrar mi sonrisa en ese lugar

La comida era realmente buena y de muy alta calidad, lo recomiendo para aquellos curiosos por descubrir la cocina local revisada.

Fuimos debido a las reseñas. Tienen terraza y lo íbamos buscando porque íbamos con nuestra perra. Nada más llegar ya nos dice que tenemos que esperar para que se nos tome nota porque hay 2 mesas por delante y además van por delante las reservas. La camarera misma nos dice que hay falta de personal, que solo están 2. Tarda bastante en tomarnos nota para cenar y nos trae un aperitivo igualmente bastante tarde después de haber pedido bebidas. Pedimos 2 hamburguesas (cada una casi 20€) y unas croquetas. Para el precio que tiene, el pan estaba duro, difícil masticarlo. Las patatas fritas, crudas. En resumen, la camarera fue muy agradable en todo momento y se la veía apurada, pero para ser temporada alta (mes de julio) y los precios de la carta, la comida dejó que desear y nos esperábamos más.

Este es un restaurante de lujo en el barrio. Las vieiras a la parrilla estaban buenísimas. ¡Estaban aún mejor mojadas en pan! En otros sitios también cortan pulpo, pero aquí parece una pierna entera. Dije que estaba delicioso, pero el Melide Ppojib al que fui unos días después estaba aún mejor.

¡La comida más delicada y fresca del viaje hasta ahora! Un restaurante familiar encantador, con tanto cariño y profesionalidad. ¡No se lo pierdan!