A Reloxería en Palas de Rei

Paramos a comer en el camino De Santiago, nos atendió Junguita, una mujer con una hermosa fortaleza. Nos sentimos acogidos por sus atenciones y la comida espectacular.

Sitio con pocas mesas, pero merece la pena. Pocos platos en el menú, pero hechos con cariño. Cocina a la vista, personal muy atento, platos caseros, ambiente agradable y comida muy rica. Comimos y tuvimos que volver para cenar también. Totalmente recomendable

Acabo de tomar dos cafes con un amigo buen precio 150x2 =3,00 buen aperitivo dulce de cortesia

El servicio fue excelente, y luego vino la comida, que estaba increíble. Llevamos 7 días en España, pero A Reloxeria tiene la mejor comida gallega: sopa, plato principal, postre y vino. ¡Su tarta de Santiago fue la mejor hasta ahora!

Lo único bueno que tiene Palas de Rey El servicio atento y súper amable a pesar de llegar tarde nos dieron de cenar y qué cena! Una hamburguesa increíblemente buena un revuelto de langostinos y grelos súper bueno también y unas zamburiñas increíblemente buenas. El ambiente muy muy agradable y tranquilo con una especie de barra donde comer y unas mesas al lado para comer en bajo todo muy limpio y la presentación de los platos muy bonita. Super recomendable.

El trato super amable, llegamos casi cerrando cocina y nos sirvieron sin ningún problema. El sitio muy limpio y acogedor y un trato muy cercano y agradable. La comida muy bien presentada y muy buena se ve que lo hacen con cariño y profesionalidad. Muy recomendable las zamburiñas😋

Súper buen restaurante. La comida muy rica, con bastantes opciones sin gluten; incluida la tarta De Santiago casera. La chica que nos atendió fue súper simpática, atenta y cuidadosa con el tema gluten, muy concienciada. Repetiríamos sin dudas.

Sitio muy bonito y minimalista La comida espectacular, todo está muy bueno, servicio bueno y agradable Jurga que nos atendió, no se puede ser más agradable Solo puedo Decir cosas buenas de lo bien que comimos y la atención que tuvimos De 10

¡Guau! Fue una experiencia fantástica. Pedimos varios platos para compartir: las croquetas (sobre todo las de calamar), el plato de vieiras (con sus conchas) y los langostinos croquantes (¡incluso los pedimos dos veces!). El restaurante estaba dirigido por solo tres personas, y solo una (una mujer) hablaba inglés y nos dio las mejores sugerencias de comida y vino. Sin duda, volveríamos si pudiéramos.

La comida de 10. Nos pedimos la tabla de quesos, los langostinos en tempura y el filete con foie. Aunque el servicio fue bastante lento, se olvidaron de nuestra bebida, y la verdad que con la calor que hacía, estábamos bastante sedientas, y costó que nos hicieran caso.