Atención buenísima, lo mejor de todo.
El raxo seco, yo lo sacaría de la carta. Las zamburiñas quemadas y son volandeiras en realidad.
Los postres de muerte, riquísimos.
La música un poco fuerte. Las plantas de plástico restan categoría. Se podrían mejorar cosillas.
El pan 1,50 por persona y te ponen un trozo solo! Todo algo caro pero el sitio es muy bonito.