Acudi para ver si de alguna manera podia pagar con tarjeta y que me diesen 2€ para pagar el bus. La chica de caja no me quiso ayudar, no obstante, me gustaria destacar la amabilidad del chico que me dejo 2€ de su propio bolsillo al escucharme hablar con su compañera. Gracias a el pude coger la guagua y llegar a mi vuelo.
No pude ir a devolverselo, pero creo que el mundo merece más personas como el.
El lugar es lindo, limpio, un ambiente agradable y la atención es buena. Lo que no me gustó que la carta es enorme y sin embargo cuando te traen el plato parece un chiste pedí un montadito y ni siquiera mayonesa le ponen el pan seco y la verdad que no llena la porción.... Me valía más tomar un café al lado y quizás es más llenador o más rico... Pero todo lo demás es bueno....