Restaurante Los Bonales en Cantalojas

Veníamos hambrientos de una excursión por el hayedo de la tejera negra y comimos estupendamente. Las costillas a la barbacoa exquisitas: tiernas y jugosas. Por poner un pero, que no es culpa del restaurante, lo escandalosa que es la gente. Se formó mucho barullo en un local que es pequeño; tanto ruido resultaba muy molesto y debido a ello no estuvimos a gusto, comiendo entre carcajadas estruendosas y niños porculeros. Es por ello que le quito una estrella, buen restaurante, pero nada tranquilo.

Era la segunda ocasión que visitábamos el establecimiento. Habíamos reservado por teléfono y nos avisaron de que había evento. Aún así, accedimos a ir. El problema vino cuando al entrar al comedor, vimos que únicamente había una mesa ocupada y eran todo niñas de 7-8 años montando un alboroto insufrible. Los padres estarían en la barra o fuera. De modo que, sintiéndolo mucho, no pudimos quedarnos a comer finalmente. Como la camarera nos había tratado muy bien, quisimos al menos pedir algo rápido en plan tapa, antes de levantarnos, y fueron unas migas. Realmente BUENÍSIMAS, y nos las trajo el cocinero, al que por cierto, he de felicitar no sólo por las migas, sino también por su amabilidad y comprensión. Al fin y al cabo, la culpa es de aquellos padres que "sueltan" a los niños y no enseñan educación de cómo deben comportarse en un restaurante. Volveremos algún día por tercera vez, eso seguro, esperando comer tranquilos.

Recomendable 100%, trato ideal y la comida exquisita.

Comida muy rica y lugar agradable. Pedimos menú (12€) y estaba fenomenal. Muy recomendable la crema de calabaza y el solomillo de cerdo en salsa boletus. Muy buen servicio.