Taller de Sabores en Bullas

Una experiencia para repetir. Mi tapa favorita la sardina ahumada con el pisto , ríquisimo. Repetiremos. No dudéis en probar el vino El Salto del Úsero autóctono del lugar.

Sorprendentemente grata la experiencia gastronómica en Taller de Sabores. Primero de todo destacar el Salón, con espacio entre mesas y luz natural, de un muy buen gusto y a resaltar las obras que decoran sus paredes de artistas locales. Hemos comenzado con tres entrantes, unos matrimonios del taller (muy ricos), el croquetón de ajoharina y las patatas bravas al mojó Picón (exquisitas), hemos continuado compartiendo una tabla de quesos, un chipirón salteado con alioli de su tinta (muy muy sabroso) y una pizza "Bullas" (realmente recomendable), para finalizar un solomillo de Chato murciano macerado con mostaza, no desmerecido con una guarnición de patatas que recordaban a las papas arrugás. Por último y con una mención especial ha llegado su versión de la tarta blacklava,.... no siendo yo de postres he de confesar, que siendo un menú muy rico en su conjunto, este dulce ha sobresalido con diferencia. El trato ha sido espléndido, la atención y el servicio por igual. Volveremos sin lugar a dudas, gracias por habernos hecho pasar un rato tan agradable.

Unos postres deliciosos, el trato magnífico, hemos vuelto, con eso lo digo todo.

2024: muy rico todo 😋 . Pedí bravas con pisto, gofres de patata y sobrasada, revuelto setas, codillo, solomillo chato con boniato 😋. Vino espectacular y bien maridado, cerveza de trigo. Postre tarta de queso azul (si te gusta el queso). Trato muy bueno y música ambiental genial 2017: Buena comida , buen trato y buena elección de cervezas y vinos. Como única pega aún no saben hacer un café asiático como mandan los cánones:)

Fuimos un día antes debido a un error por nuestra parte en la reserva. Pero el personal nos encontró un hueco y nos atendieron genial desde primera hora. Con el hándicap de que era una fecha con bastante afluencia de clientes. En cuanto a la comida todo lo que probamos nos encantó, mucho cuidado en la presentación y unos sabores espectaculares. Las patatas bravas espectaculares y el matrimonio exquisito. Cómo planto principal pedimos cordero con humus y unas zanahorias asadas que estaba delicioso. Salimos encantados con el trato del personal, la comida y el concepto de local. Merece la pena desplazarse desde cualquier punto de la Región para visitar este establecimiento.

Estaba lleno de gente pero pacífica y tranquila. Nos hubiera gustado que todos nuestros platos principales se entregaran juntos. Dos de nosotros esperamos a que sirvieran a los otros dos, pero al final decidimos comer porque hacía frío y luego esperamos a que los demás nos alcanzaran. Esto se puede remediar fácilmente. La comida no tenía ningún acompañamiento, por ejemplo patatas fritas o aceitunas y especialmente pan.

Soy del pueblo y ya son muchas las veces que he ido a comer o cenar, en resumen, es siempre un acierto. El local es muy moderno, bonito y acogedor, el trato excelente y la comida muy rica y original; por no hablar del precio, que es muy razonable y para nada 'inflado', algo muy difícil de encontrar a día de hoy en este tipo de restaurantes, con semejante nivel y visión de la experiencia gastronómica.

Muy bien decorado, buenos platos, muy buenos sabores, volveremos, gracias por los chupitos

Sitio con encanto para comer en Bullas. Fuimos por los comentarios que leímos y no decepcionó. El local decorado con encanto. Nos sentaron en una mesita al lado del patio con mucha luz. Todo muy rico. El personal atento, profesional y rápido. Recomendable

Una grata sorpresa encontrar caminando por Bullas de camino a Caravaca ( año jubilar ) este bonito y original restaurante. Comida excelente con platos distintos y muy bien elaborados. Buenos vinos de la tierra… Y las camareras jóvenes y muy, muy profesionales, atentas y simpáticas. Volveremos .