The Venue Gastrobar en Cáceres

Remodelado, pero se echa de menos las zonas verdes de antes. Ambiente de tardeo y poco más. Me quedo con la versión anterior.

Me animé a visitar este restaurante en unas vacaciones después de leer sus reseñas. De comida tienen una propuesta interesante, con platos de tipo gourmet-fusión, ideales para compartir. En general, estaban bastante ricos, pero para mi, el servicio no estuvo a la altura y es lo que "afeó" un poco la experiencia. El ambiente era de copeteo total, con música a un volumen más propio de una discoteca y luces tenues. Otro detalle mejorable era la rapidez al servir/entre plato y plato. Como platos que repetiría, el panipuri y los gambones. Cobran servicio (0,50€/persona)

Buen sitio para cenar y tomarte unas copas

Buen sitio para presumir de haber estado allí. Por lo demás el trato muy impersonal y la relación calidad/precio/ambiente no es adecuada.

Mucho ambiente,mucha gente para ir en pandilla esta genial

Buen sitio para tomar unas copas y buena música de ambiente

Reservamos en el restaurante, 15 minutos antes de ir. Tuvimos mucha suerte de que hubiese una mesa alta para dos, ya que el resto de restaurantes tenían todo lleno, entendible un sábado de puente para comer. Pedimos una pinta y agua, nos pusieron unas aceitunas sin más. Pedimos 3 platos, cucurucho de guacamole y mango, estos estaban muy ricos, por sacar una pega, el guacamole estaba un poco líquido y daba sensación de aguado pero no perdía el sabor ya que sobresalía más el sabor del mango y le daba un toque afrutado. El segundo plato, costillas de cerdo ibérico, este estaba muy bien hecho. Las costillas en su punto y la lámina de papada ibérica le daba un toque a mantecado que dejaba un regusto cremoso. El tercer plato, sándwich de Brioche. Tenía muchos trozos de lechuga partida muy fina y una salsa con sabor parecido a la mostaza muy adictivo. En este, he echado en falta un poco más de carne dentro del pan pero aún así fue un plato muy rico y que con la salsa, no podías parar de mojar. Por último, pedimos las natillas de chocolate blanco. Dulce y con un helado de arandanos dentro. Postre sabroso y original. El servicio muy bueno y sin ninguna pega. En líneas generales, buen producto, buena elaboración y sitio agradable. Gracias.

Disfrutamos mucho la experiencia. La comida, una combinación de productos de la tierra con un giro multicultural, es una apuesta excelente. Servicio muy (muy) atento y agradable.

Entorno y lugar envidiable. Buena música de los ochenta y noventa. Local de ochenteros.