Teranga en Peñíscola

¡Tan increíble! Comí pizza de burrata y fue una de las mejores pizzas que he probado. ¡Las vibraciones también son tan lindas!

Todo muy rico en un ambiente muy agradable

Cenamos un grupo de amigas en la terraza. El Ambiente es muy acogedor, muy bonito. Los camareros muy agradables. Pedimos varios platos para compartir. La Ensaladilla y pizza de calabacín muy recomendable. Las bravas de boniato caras para lo que son, el hummus venía bien servido con crudités y pan pero estaba lleno de aceite y un poco líquido y la pizza vegetal cruda en la masa y las verduras. Una pena, porque se está muy bien en la terraza pero algunos platos no nos gustaron para el precio que tiene.

Espectacular local, decorado al detalle con mucho estilo, muy especial. La comida es con un gusto exquisito,todo muy muy rico. Camareros muy muy atentos. Y que decir de los dueños encantadores y atentos como dice la palabra Teranga (hospitalidad máxima) Os queremos y os echaremos de menos. En cuanto podamos volveremos. Siempre a gusto con vosotros Rodri y Ana.

Todo lo que hemos comido estaba súper rico. Todo delicioso y platos originales. El servicio es súper rápido ya que no tienes que esperar a que el camarero te atienda, pides todo lo que quieras a través del código antes qr que tienen. Es un placer pedirlo con el teléfono y tenerlo en la mesa a los minutos 😃

Solo pedimos dos platos por que teníamos mucha hambre, el humos estaba increíble. El sitio es muy acogedor.

Local acogedor en pleno centro histórico en el que destaca el buen trato del personal. Platos muy variados y de buena calidad. Precio correcto.

Excelente comida,atención y muy bien ambientado, recomendable !

Una de las mejores milanesas veganas que he probado

Llegamos por la noche a tomar una cerveza en la terraza. Tomamos unas bravas que realmente son muy flojas, demasiado picantes y el punto de cocción es raro. El trato de Rodrigo fue excelente. Decidimos viendo el resto de la carta cenar y fue una grata sorpresa. Cenamos una pizza tartuffa deliciosa, la masa muy rica y una hamburguesa más flojita básicamente por el pan que no estaba a la altura. Tomamos 4 cervezas y un postre de torrija que era delicioso. Al día siguiente, viendo que casi todo estaba cerrado le dimos otra oportunidad para descubrir nuevos platos que nos llamaban la atención, tomamos una milanesa que estaba deliciosa con unas patatas fritas muy bien hechas y una ensaladilla de ventresca muy buena también. De postre repetimos torrija. El local muy bonito y Rodrigo muy amable como decimos. Pudimos pedir café tanto en la cena como en la comida. En total en dos días nos gastamos más de 100€ en temporada baja. Como eje de mejora, no nos gustó que depende como le caiga al servicio te invitan a unos chupitos o no. A nosotros nos da igual porque no nos apetecen pero consideramos que es un error de gestión el hecho de clasificar a clientes de segunda y de primera. Cuando le preguntamos a Rodrigo por qué a algunas mesas les dan chupito, el pobre contestó como pudo pero sin argumentos de peso. Básicamente una mesa que teníamos delante que comió bastante menos tuvo una invitación, y la noche anterior pasó lo mismo. Es extraño porque estuvimos comiendo allí dos veces en menos de 24h y en ambas visitas además dejamos propina. Son detalles que parece que no tienen importancia pero creo que este tipo de cosas hay que cuidarlas y homogeneizar la experiencia del cliente.