Santo Mauro Restaurant en Madrid

Esta reseña corresponde a la experiencia en el restaurante y no está orientada al hotel, que tiene una Arquitectura y Decoración maravillosas. La experiencia en el restaurante-jardín ha sido, sin embargo, bastante decepcionante. La carta es bastante limitada, con pocas opciones. Hemos pedido dos entrantes y dos principales, sin que ninguno de los 4 platos nos impresionara por su sabor u originalidad, pero sobre todo sorprende el descuido de detalles muy elementales, como que los tortellini se hayan servido fríos, con la salsa algo más caliente. Similar sucedió con la ensalada, que se percibía como un agregado de ingredientes que nunca se integró en un plato. En cuanto al servicio, otros descuidos bastante serios: que se apresuren a recomendarte un champagne sin antes preguntar qué tipología te gusta; indicar que prefieres brut y que insistan en ofrecer nature... para finalmente mencionar otra opción y con muy poca seguridad decir "supongo que será brut o extra-brut". También nos han asignado rígidamente una mesa diciendo de manera muy poco cortez que "esa es la pre-seleccionada" (por alguien más, porque yo no pre-seleccioné ninguna) y que todo está "full". sin embargo, la realidad es que nuestro turno de 2 horas se completó sin que nadie se sentara en la mesa que habríamos preferido (de exactamente el mismo tamaño). Un hotel tan bonito y con tan amable gente en la recepción invitaba realmente a esperarse una experiencia gastronómica mucho más agradable.

La comida es espectacular y el servicio es de primera

De verdad sorprendió con este restaurantes es todo tan bonito hermoso y encantador se disfruta el ambiente que hay la comida es muy buena y se nota lo Español y del el servicio que decir super amables y personas muy bonitas.

Muy buen restaurante, calidad precio insuperable

Comida excelente. Un lugar recomendable para todos los públicos. Volveremos.

Sin duda el mejor hotel de Madrid.Suntuoso y elegante. Personal exquisíto y trato inmejorable. Celebré en este hotel mi cumpleaños y fue un día inolvidable,nos pusieron una tarta buenísima de cortesía. Desayuno y cena espectacular.Nos sentimos como en casa.La comida de calidad y muy rica,la terraza una maravilla muy coqueta y bien cuidada.Los desayunos fantásticos todo servido en mesa y con una decoración muy bonita,y las frutas ,quesos,tortitas,zumos y bollería,todo de muchísima calidad.La habitación con chimenea una maravilla,con una decoración bonita y muy alegante ,amenities de alta gama. Agradecimientos: A la Srta. Carmen de conserjería por su amabilidad y su exquisito trato, pendiente de todo, con una gran sonrisa. Al Sr. Simón del restaurante por su educación, amabilidad y profesionalidad. A la Srta. Susana, la somelier, por ser tan encantadora y profesional. Les deseamos lo mejor en su vida personal y profesional. Y por último recordar, al Sr. Director del hotel D. Fernando, por su amabilidad y, atención hacia nosotros. Gracias a todo el personal. Un cordial saludo. Volveremos!!!!😃😃

Restaurante en el hotel Santo Mauro palacio del siglo XIX, con un encanto único, la propia recepción del hotel te da una idea del buen nivel del mismo, el restaurante tiene una carta poco extensa pero suficiente para cualquier paladar, todos los platos son de un nivel superior, las cantidades están acordes y el precio también, creo que aparte de las magníficas obras del edificio lo mejor es el trato amable y cordial del personal, un lujo cenar en un sitio como este

Excelente!!! Me llamaba la atención que tuviera tan pocas opiniones negativas, ahora lo entiendo.

El sitio es todo un lujo. Ambiente de hotel 5 estrellas. La atencion es exquisita. La comida tiene calidad pero los platos no impresionan.

Restaurante de hotel pequeño de lujo. Reservado con tiempo en el espectacular salón biblioteca (admiten reserva y al cabo de unas semanas piden tarjeta de crédito para reconfirmar la reserva). Buena cocina. Buenas almejas, muy buena dorada marinada y muy buen solomillo Wellington. Buena panna cotta. Servicio correcto pero no ofrecieron vino (tuve que reclamar dos veces hasta que apareció el somelier) y tardaron siglos en poner el pan, bastante anodino, que venía acompañado de alguna mantequilla o aceite. Cuando pagas 180 euros por 2 entrantes y un plato principal compartido y 2 postres (vino no incluido en esa cifra) esto no resulta admisible. Sin estos despistes, hubiera calificado con 4* en vez de 3* a pesar del elevado precio.