Restaurante de Hotel Mas de Cebrián en Puertomingalvo

El hotel nos ha encantado en general. Es muy tranquilo. Hay que destacar que está a 8 km de Puertomingalvo. Si quieres tranquilidad, éste es tu sitio. Si estás buscando un hotel en pleno pueblo, no. No le pongo más nota por algunos errores como llegar y ver el pasillo lleno de productos y utensilios de limpieza... a las 19:00 que llegamos, dando muy mal aspecto. En recepción durante el día, a veces no hay nadie. Si mejoran estos aspectos, tendrán un mejor hotel. Por lo demás fueron muy amables, el hotel está reformado y las habitaciones están muy agradables.

Hemos estado muy cómodos y a gusto en este hotel, muy agradable y bonito, el servicio súper amable y el restaurante de una categoría enorme, excelentes productos, la versión que hace el chef, Alberto, del sticky toffee puding es una maravilla. Lo recomiendo 100%

No hay nada malo ,el problema es el precio que es caro ,aun asi la recepcion muy amables

Comimos en la zona de cafetería y es caro para lo que ofrecen. Las patatas de acompañamiento no eran caseras y a las carrilleras les faltaba cocción.

El lugar y el hotel tienen un encanto único para un finde de desconexión. El servicio es excelente, destacando muy positivamente a Christian.

Estancia de 10 en esta antigua masía reconvertida en hotel. Debo decir que la mejor cama en la que he estado, una de las mejores comidas en su restaurante Existe y el mejor masaje de las manos de Yudi. Totalmente recomendable. El enclave muy bonito para senderismo o visitar los pueblos de alrededor. Repetiremos sin duda! Nota: como mensaje constructivo creo que sería mejorar el desayuno. Ofrecer más variedad, un pequeño buffet y que este sea más rápido en servir.

No estábamos del todo convencidos porque hay unas cuantas reseñas negativas coincidentes, pero queríamos probar el restaurante Existe (dentro del propio hotel) y aprovechamos la ocasión para alojarnos, ya que el lugar está bastante aislado. Nuestra experiencia ha sido buena. La habitación era muy confortable, con vistas al campo, y estaba muy bien aclimatada, como todo el hotel. El baño tenía artículos de higiene y había dispensador de gel en la ducha (el del champú estaba vacío). El agua de la ducha salía muy calentita, ideal para relajarse si no puedes ir al spa (no lo reservamos con antelación y nos dijeron que ya no había disponibilidad). Para el desayuno es verdad que te preguntan la hora a la que vas a bajar, pero entiendo que es por una cuestión de logística porque había solo una persona atendiendo (un lunes de febrero) y quizás eso les permite organizarse y dar mejor servicio. Los dos desayunos que elegimos me parecieron muy ricos y completos. La comida del gastrobar no la probamos, solo la del restaurante Existe, que nos pareció excelente. Aunque el check-in es a las 16:00 nos permitieron entrar antes a la habitación y también nos permitieron tener a nuestra perra, de tamaño mediano, con nosotros en todo momento, no solo en la habitación sino en la zona de restauración y la sala de estar, dándonos más facilidades que en otros hoteles supuestamente pet-friendly. Quizás por no ir con demasiadas expectativas, el lugar cumplió de sobra con lo esperado y lo recomendaría para pasar uno o dos días de relax lejos de casi todo.

Un lugar increíble! Las habitaciones de 10 y el personal muy amable! Para mi lo mejor es que pude llevar a mi perrita, con la que se portaron súper bien, además de tener un espacio donde se pudo quedar mientras nosotros eskiamos. Todo muy bien!

Una experiencia única que vivimos mi pareja y yo en un sitio súper bonito súper tranquilo que sin duda volveremos a repetir y dar gracias desde aquí a Cristian que fue el recepcionista durante la estancia e hizo un trabajo excepcional!

La habitación excelente el servicio muy bueno y atento