29/04/2024: El Valle es excepcional. Es difícil encontrarle defectos. Si buscas calidad y un menú que valga cada céntimo, este es el lugar ideal. Probamos un risotto delicioso, seguido de un cachopo que me transportó a Asturias y unos medallones de solomillo que quitaron el aliento. Los postres caseros, especialmente el de coco y el tiramisú, fueron espectaculares. Todo acompañado de un excelente café y un servicio impecable que rivaliza con los grandes restaurantes de las ciudades. ¡Ya estoy deseando volver! Gracias por la calidad y la atención excepcional. Recomendado reservar para comer dentro.
27/04/2024: Almorzar en El Valle es siempre un motivo de alegría y celebración en sí mismo, tanto en días laborables como en fines de semana y festivos, e independientemente de optar por el menú del día o por la carta con o sin las sugerencias de la casa. Vegetales, carne o pescado qué más da, si todo está bueno y el precio es más que razonable.
Hoy, sábado, acudimos al local cuatro comensales y nos atendió Araceli, la joven. Aracelí es una combinación perfecta de juventud, afecto y buena atención junto a intuición e inteligencia ciertamente motivadoras para el cliente.
Las medias raciones son más que suficientes para compartir más y mejor entre varias personas y a un precio muy bien ajustado.
La ensalada, o mejor "media" ensalada El Valle, es fresca, sabrosa y abundante. Yo cambiaría la lechuga Iceberg por Romana o por Mezclum, aunque el corte de la hojas me parece perfecto.
Las Flores de Alcachofa espectaculares en presentación, en sabor y en precio ¡Las mejores! Y eso teniendo en cuenta que yo soy un gran aficionado a esta hortaliza y la elijo por dónde quiera que voy.
Las Berenjenas a la Miel es un plato estrella en El Valle, y no sólo por el rebozado especial que engloba a la berenjena y que posteriormente es endulzado y remojado con miel de caña, sino también por el toque rompedor de las lascas de queso acompañantes.
Las Patitas de Calamar con Mayonesa de Lima en su punto adecuado de fritura hicieron, a su vez, un contraste perfecto con las berenjenas.
Y el Solomillo a la Brasa con su guarnición de exquisitas patatas fritas tiernas con pimiento y cebolla completó la parte central de la comida. Fue sabroso, tierno por dentro y con cobertura crujiente en superficie.
Finalmente, y por orden de preferencia personal, el Pastel Vasco, la Tarta de Zanahoria y la Tarta de Queso pusieron la guinda al almuerzo.
Por cierto, el vino de Rueda es de los mejores que conozco para el paladar.
22 euros por persona tuvieron la culpa de todo este despropósito.
¡Impaciente y deseoso estoy ya de ir de nuevo a almorzar a El Valle!