Restaurante Arte-Gaia en Artenara

Bien pero no repetiríamos...Varias cosas que mejorar

Después de 10 km de caminata bajo un sol abrasador, la gastronomía de Lidia nos salvó con platos deliciosos. Nos hicieron sentir como en casa, ¡recomendados a todos!

Super rica la comida y excelente servicio te hacen sentir como en casa❤️

Comida muy buena y el servicio muy profesional y amable

Después de visitar el museo de la cueva, comimos muy bien aquí. El ragú de ternera y el pisto estaban deliciosos. Nosotros recomendamos.

Arte-Gaia Restaurante en Artenara es un verdadero oasis gastronómico en el corazón de Gran Canaria. Desde el momento en que cruzamos la puerta, nos sentimos acogidos por la atmósfera encantadora y el trato especial que recibimos por parte del equipo. La camarera nos recibió con una sonrisa genuina y nos guió a través del menú con entusiasmo, recomendándonos platos que nos sorprendieron gratamente. La cocinera demostró su talento en cada plato que probamos, resaltando los sabores locales con una presentación impecable. Probamos las papas arrugadas, un clásico canario, también el Ali Oli que personalmente es el mejor que he probado. Además, la carrillera de cochino negro estaba perfectamente cocinado y lleno de sabor, no nos pudimos ir sin probar el espectacular flan, recomendado 100%. El ambiente del restaurante es íntimo y acogedor, con vistas espectaculares de las montañas que lo rodean. Cada detalle, desde la decoración hasta la iluminación tenue, contribuye a crear una experiencia gastronómica inolvidable. En resumen, Arte-Gaia Restaurante no solo nos conquistó con su deliciosa comida, sino también con el trato excepcional que recibimos. Sin duda, un lugar al que volveremos para seguir explorando su exquisita propuesta culinaria.

Un pequeño restaurante acogedor en el pintoresco pueblo de Artenara. Fuimos por la mañana a tomar un café y decidimos volver a mediodia para comer, sobretodo por el buen trato y la amabilidad de Laura que nos atendió. Da gusto encontrar gente así en hostelería, con ganas de trabajar y con una gran sonrisa. No nos arrepentirnos; la comida estaba riquísima, casera y de kilómetro 0 y eso se nota. Potaje, carne de cabra, pollo y pan con alioli (espectacular!) Todo estaba buenísimo. Sin duda volveremos!

Un pequeño pero fino restaurante, ubicado en el pueblo más alto de Gran Canaria.

Un lugar para disfrutar de comidas sencillas llegadas directamente de la huerta de la dueña: Juanate. En su finca practica la agricultura ecológica y biológica, con los que puedes estar seguro de comer sano, siempre saldrás de allí con tu estómago agradecido y lleno del amor que ponen en sus platos desde que plantan la semilla en la tierra 🌍🌍. Lo recomiendo para los que estén de escapada por el centro de la isla.

La comida excelente y el trato también muy recomendable