Restaurante Alabaster en Madrid

Una carta con una gran selección de pescados y mariscos.

Segunda vez en Alabaster. Igual de bien que en la primera hace 5 años. Como plato especial: raya a la mantequilla negra. También destacar la calidad del producto en general acompañado de un buen servicio.

Experiencia fantástica. Fuimos un grupo de 10 amigos desde Lisboa a cenar, y desde el principio nos sentimos especiales. El recibimiento fue cálido y siempre con una sonrisa, fuimos acompañados a una sala privada donde nos fueron explicando las distintas opciones, siempre haciendo sugerencias que eran de gran ayuda ya que todo era muy apetecible. Buenas recomendaciones de vinos, platos sensacionales, todo lo que probamos fue un auténtico placer. Quiero dar las gracias al staff del restaurante y en especial a Jaime, que nos atendió durante toda la cena con un cariño y un profesionalismo dignos de mencionar. Una muy grata experiencia, que con absoluta certeza volveremos a repetir.

Un restaurante de 10 dónde todo encaja a la perfección: comida, servicio y ambiente

En general, buena experiencia y comida sólida, pero nada fuera de lo común.

No entiendo como no tienen una estrella, perfecto en todo. Gracias a todo el equipo tanto de sala como de cocina por hacernos disfrutar.

Restaurante de altura en el centro de Madrid. El estacio está decirado, iluminado, ambientado con muy buen gusto. La organización y servicio buenísimo, donde hay que destacar una excelente trabajo de cocina y buen servicio. Destacando mis camareros, Manu y Marina y nos atendieron con profesionalidad y simpatía. Comimos el menu degustación que tiene un coste de 70 euros por persona, hay que decir que es un menú que te llena de sobra. Con cada plato los camareros te dan una descripción del mismo. He disfrutado especialmente de la croqueta de pulpo, de las croquetas más cremosas que he comido, pescado que se nota lo fresco y buenidimo de la parrilla, super recomendado probar la costilla de vaca, los postres son un espectáculo, vamos planeo ir y comer solo postres por probarlos todos. Aparte pedí el famoso plato de patatas con carabinero y es espectacular. No es un restaurante barato, estamos hablando de alta cocina y experiencia culinatia y sin duda lo vale.

Este lugar no solo promete una experiencia gastronómica excepcional, sino que la entrega con cada plato, convirtiendo cada visita en un viaje sensorial inolvidable. Desde el momento en que entras, te sumerges en un ambiente elegante y acogedor que invita a relajarse y disfrutar. La atención al detalle en la decoración y el servicio establece el tono para lo que está por venir: una experiencia gastronómica verdaderamente excepcional. El menú es una obra maestra en sí mismo, con una selección de platos que reflejan la pasión y la creatividad del restaurante. Cada plato es una combinación de sabores, texturas y presentaciones que deleitan los sentidos y despiertan el paladar. Comencé mi experiencia con una degustación de entrantes, que incluía una exquisita selección de pate de mejillones, acompañados de salsas artesanales que realzaban los sabores naturales de los ingredientes. Seguí con un plato principal de ternera rubia gallega,acompañado de un delicioso acompañamiento. Para culminar esta experiencia culinaria, probé una selección de postres que eran verdaderas obras de arte comestibles. Cada bocado era una explosión de sabor que dejaba un recuerdo duradero. Además de la comida excepcional, el servicio es impecable. El personal es atento, conocedor y se esfuerza por garantizar que cada cliente tenga una experiencia inolvidable. Desde recomendar vinos perfectamente emparejados hasta adaptarse a cualquier preferencia dietética, su atención al cliente es insuperable. Es mucho más que un restaurante; es una experiencia gastronómica de primer nivel que cautiva los sentidos y deja una impresión duradera. Recomiendo encarecidamente este lugar a cualquier amante de la buena comida que busque una experiencia culinaria excepcional. ¡Prepárate para ser transportado a un mundo de sabores exquisitos y deleite gastronómico!

Fantástico restaurante en todos los sentidos , ubicación en la mejor zona de retiro, sitio elegante bien decorado servicio atento y profesional , y la comida 5 estrellas , cocina exquisita , buenas salsas buen producto . Mero a la brasa delicioso, arroz con salmónetes perfecto, empanada típica gallega , colas de cigalas. Carta de vinos extensa y precios moderados , de los mejores restaurantes de Madrid sin duda .

Bonita decoración, ambiente muy agradable, servicio impecable, profesional y muy atento. Producto excelente, perfectamente preparado; cocina tradicional con toques de modernidad. Disfrutamos de unas riquísimas zamburiñas con salsa de tuétano y migas, gambon con huevo frito y patatas, mero a la parrilla y corvina con escabeche de calabaza, todo exquisito. El soufle de limón, una delicia. Y no perderse el vermout casero, con un sabor muy original y buenísimo. Absolutamente recomendable!!