Restaurante A Espiga en A Coruña

Es un restaurante pequeño, situado cerca de la plaza María Pita y los cantones. Es un local de piedra, bien decorado y con cocina vista. La cocina es cuidada y elaborada y resulta un hallazgo.

Comida de muy buena calidad, al igual que la elaboración. Sitio muy agradable y bien decorado pero no le pongo un 5* porque no nos aconsejaron bien, al final pedimos en exceso. En nuestra mesa de los 6 comensales había dos personas muy mayores y lógicamente suelen comer poco. Además intentamos anular un plato y la mujer nos dijo que ya no podíamos, … y nos sorprendió lo que tardaron en traerlo, teniendo en cuenta que era el lomo alto de novillo, con lo cual igual sí que se podía haber anulado, creemos.

Todo perfecto, el servicio es estupendo y la calidad de los platos excepcional. ¡Muy recomendable!

Sitio muy acogedor, la comida fantástica, aquí se lleva mucho el compartir platos, la persona que nos atendió superamable, te explica y estuvo pendiente en todo momento. Sin duda muy recomendable y repetiremos seguro

Fuimos un viernes a cenar y nos ha encantado, hace tiempo que no cenábamos tan bien. Nos pusieron en la mesa cerca de lo cocina, y sin duda si existe la posibilidad lo recomiendo ya que estas en todo momento viendo e interactuando con los cocineros. No sabiamos muy bien porque decantarnos y nos aconsejaron estupendamente tanto en cantidades como en combinar los platos. Tomamos la gilda, el baba ganoush con burrata, un pilpil de bacalao con esparragos y el canelon de pato. Todo realmente exquisito. De postre la tarta de queso espectacular. Sin duda volveremos porque nos han quedado platos que probar y que tenian una pinta fenomenal, como el arroz negro, la croqueta, el tartar, etc.... De precio tambien muy bien, pagamos unos 50euros/cabeza con vino y poste. La experiencia genial, tanto por la comida, como por el trato, el local, el ambiente, sin duda un 10.

Bueniisisimo todo vino y postre incluido Nos trataron como reyes

todo de 10 ! comida super elaborada y muy buen trato

Gran descubrimiento. A la entrada de la zona vieja cerca de Puerta Real Decoración muy enxebre Producto de calidad bien tratado, cocina a la vista. Muy bien recomendado por los camareros Indispensable la Gilda y la berenjena con Burrata frita Detalles muy muy bueno al dividir en tres porciones, el plato principal que comimos Volveremos sin duda

Nos encantó la experiencia. El local precioso y cuidado, la atención muy buena y la comida espectacular. Tanto nos gustó que, tomando el postre, reservamos para volver con más gente al día siguiente

Es un restaurante pequeño, situado muy cerca de la plza de María Pita y los Cantones. Es un local de piedra, bien decorado y con cocina vista. La cocina es elaborada y cuidada y resulta un hallazgo, los platos están exquisitos. El maitre o encargado de la sala es muy educado, amable y con la simpatía cubana. Como puntos a mejorar o repensar, diría que la carta es algo corta (aunque está bien) y la relación calidad/precio debería ser mayor (precios algo altos).