Raíces en Talavera de la Reina

Muy bien todo, desde la comida que nos ha parecido una experiencia estupenda , hasta el trato del personal, empezando por Carlos Maldonado, que fue muy amable con nosotros, hasta la ultima persona del restaurante. Totalmente recomendable.

Lugar acogedor,comida de diez y un personal de lo mejor.Tuve una experiencia maravillosa , volveré .

Magnífico restaurante donde Carlos Maldonado ofrece dos maravillosos menús degustación (corto y largo). La propuesta es genial, platos muy sabrosos y sorprendentes que los presenta jugando con la cerámica local de Talavera de la Reina formando diferentes escenarios en la mesa. Destacar los platos de bacalao y anguila, son increíbles, y los postres sobresalientes. El servicio correcto pero con despistes, tuvimos que repetir varias veces que nos rellenaran las copas porque no estaban atentos y el agua tampoco llegó hasta reclamarla tres veces. De todos modos entre los platos y la simpatía de Carlos Maldonado, pasamos una gran comida entre amigos y valió la pena hacer 163 km para conocerlo.

Tenemos por segundo año un evento con Raíces. Por segundo año hemos degustado el menú que tendremos en las Jornadas Monásticas. Todo de 10. Muchísimas gracias

Espectacular, por comida, por servicio, atención. Sencillamente magnífico.

Todo muy bien, la verdad es que la comida es toda una experiencia. El personal es muy amable y Carlos estaba por allí y salió a saludar, muy campechano. Lo que no entendemos es que en un sitio como este, además de estar pagando el menú, se cobre el servicio de pan… o que una infusión te cueste 4€. No nos gustó este detalle.

Espectacular ,una explosión de sabores,gracias Carlos Maldonado y equipo por esta experiencia tan grata.

Espectacular. El servicio exquisito, la comida sin palabras. Carlos simpatiquísimo. En fin, una experiencia para repetir sin duda

Excelente el local, con cortinas que aíslan una mesa de las de al lado y muy buena también la comida tanto en la presentación como en la variedad y cantidad. Carlos, el propietario, pasó un par de veces a preguntarnos qué tal con un trato muy amable y cercano. Si no le doy la máxima calificación es por un par de detalles, que cito con el mejor espíritu constructivo: en primer lugar pedimos un vino concreto de la carta y nos dijeron que no tenían. Nos ofrecieron otro similar que nos gustó, pero es un hecho que no debería producirse en un restaurante de este nivel. El segundo detalle es que la explicación de los pases nos pareció fría y monótona. Entiendo que repetir lo mismo todos los días varias veces aburra al personal, pero deberían disimular mejor. A pesar de estas pequeñeces es sin duda recomendable y volveremos en un futuro.

Me gustan los menús degustación. Es como un juego interactivo con la comida. Un poquito de muchas cosas donde la importancia no radica en la cantidad, sino en la calidad de las pequeñas cantidades, la variedad y los matices de los ingredientes, la mezcla de sabores, la presentación primorosa de los platos y la atención exquisita de los camareros que explican los platos y los vinos al detalle, como si les fuera la vida en ello.  Me divierte la sensación de cuando presentan el primer plato, tan bonito y tan chiquito él y pensar: "me voy a quedar con hambre", y llegar a los postres y no poderlos terminar de lo llena que está una. Hemos tenido el privilegio de poder regalarnos un menú degustación en Raíces, del talaverano Carlos Maldonado. He de decir que el único Máster Chef que hemos visto fue el que participó él -quizás porque soy toledana afincada en Granada-, y nos cautivó su simpatía, su sencillez y su buen hacer. Desde entonces hemos seguido sus progresos y nos hemos alegrado de sus éxitos.  Y hemos aprovechado unos días de vacaciones para venir desde Granada a degustar su menú. El local, donde predomina el color blanco, es muy acogedor y luminoso. Las mesas están separadas por visillos, lo que hace que se pueda tener intimidad en un espacio abierto, y la atención de las señoritas y del sommelier, muy agradable, simpática y profesional. Ya que era una experiencia única, hemos cogido el menú largo: la friolera de 26 platillos, que hemos acompañado con un cava. Y vaya! Todos buenísimos y sabrosos, con distintos gustos y texturas que permitían saborear los matices de los productos y sus elaboradas salsas. Productos que no se toman habitualmente combinados de formas inimaginables, pero que los convierten en bocados exquisitos. Y todos ellos servidos sobre cerámicas de Talavera, lo que, además de enriquecer la presentación, es un bonito gesto de Carlos a una artesanía tan bella, importante, antigua y universal  (es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad) de su tierra. Carlos no estaba hoy, pero salió a saludar su chef, y muy bien también. En fin, que hemos salido súper llenos y muy satisfechos de haber podido disfrutar de esta experiencia. Si se me permite una sugerencia, el último dulce a base de productos de la aceituna y aceite, nos ha resultado un poco "intenso" para unos estómagos completamente llenos...  Nuestra enhorabuena y nuestros mejores deseos de éxitos. Un abrazo y ¡Felices Fiestas! 🎄