Raff San Pedro en Cuenca

Comida de calidad , servicio muy amable y profesional, buena relación calidad/ precio. Buenos vinos de Uclés .

El sitio es muy bonito, ubicado en una bodega antigua y la comida estaba especialmente buena. Imprescindible pedir el postre de chocolate. Muy amables y atentos.

Un restaurante maravilloso con un producto local de 10 y una fantasía culinaria fantástica. Me ha encantado, y espero volver pronto

Un lugar espectacular, una antigua caballeriza, ( como nos explicó la amable camarera , una chica jovencita encantadora )de piedra, arcos , muy cuidado. La camarera explica cada plato , lo que es y como se elabora. Lo más sorprendente la comida, increíbles platos de un cocinero seguramente muy innovador y con unas mezclas que explotan de sabor en la boca. Disfrutamos plácidamente de cada plato. La trucha alucinante, las migas riquísimas.... La calidad de la comida muy buena, la atención excelente, la magia de percibe en el ambiente. Los precios son altos ( no excesivos ), pero el restaurante lo merece.

No puedo decir lo suficiente sobre mi experiencia aquí. Viajamos a Cuenca desde Valencia y pasamos el día caminando por los picos circundantes y explorando la ciudad. Encontramos a Raff después de revisar los lugares locales y quedamos intrigados por el menú de degustación del chef. El restaurante no solo es hermoso por dentro, sino que el personal fue muy amable y servicial. Mi esposo y yo sabemos algo de español, pero ciertamente no suficientes términos culinarios para ser expertos. Andrea fue increíble: nos guió a través de cada curso y describió cada detalle con gran cuidado. También pedimos los vinos combinados y la pasión y el cuidado del sommelier al compartir cada vino fueron fantásticos. Andrea ayudó a traducir :) Disfrutamos de 7 platos de 15 platos exquisitos; nos sentimos como si estuviéramos en un viaje de comida que coincidía con el viaje que habíamos realizado durante el día. Cada plato conduce al siguiente con nuevos elementos y temas que se repiten en todas partes. El orgullo, el cuidado y la atención al detalle, así como la visión culinaria y el arte, fueron verdaderamente excepcionales. Nunca había tenido una experiencia gastronómica de este tipo tan elevada pero accesible. Aquí no hay barreras ni esnobismo, solo entusiasmo y el deseo de compartir el amor por la zona y su belleza a través de la comida.

Inmejorable experiencia. Lo descubrimos por casualidad buscando algo abierto un lunes por la noche y va a ser un fijo siempre que volvamos a Cuenca y una recomendación obligada a todo el que la visite La comida espectacular, desde el aperitivo hasta el postre. Cocina sin estridencias de un nivel altisimo. Y que un sitio así se moleste en adaptar platos para veganos y hacerlo con mimo no es habitual. Destaco el pisto, increíble, la trucha y el panal de miel El resto, un ambiente súper acogedor, una atención fantástica por parte del equipo, en especial de Julián, súper atento, que nos hizo sentir como en casa Para volver una y mil veces

Anoche cenamos mi marido y yo en este precioso restaurante. Llegar a él es muy sencillo y se encuentra callejeando por las calles del casco histórico de Cuenca, muy cerca de la Catedral. Ya nos gustó el lugar, y por dentro es muy acogedor, bonito y parece que te encuentras en el interior de una cueva. Pero lo que más nos gustó fue sin duda la comida y la atención del equipo. Fueron muy agradables ( una de las personas que nos atendió se llama Julián ) y cercanos, nos explicaron cada plato con mucho mimo y sin duda gracias a gente así, volvemos a los sitios 😊 Pedimos varias de las opciones que ofrecen en la carta y sólo hacia que mejorar con cada plato. Recomiendo lo que más el pisto y el panal de miel de postre. Fue todo un descubrimiento y esperamos volver pronto. ¡Felicidades a todo el equipo!

Simplemente maravilloso e ido 3 años a cuenca y e visitado el restaurante una alegría para los sentidos

Venía precedido de las mejores críticas y a lo mejor por eso no me ha gustado tanto, pedimos carta y creo que es mejor el menú desgustacion que no probamos, no obstante todo correcto y el trato ha sido excelente

Local bien decorado con ambiente muy acogedor pese a una acústica mejorable. Atencion profesional y amable. Cocina con productos de primera y elaboración también de primera. Las migas de pastor espectaculares así como croquetas y una sorprendente capuccino de sopas de ajo. Postres a la altura. Calidad precio: caro pero lo esperado.