Parador de Baiona en Baiona

Una maravilla este parador, sobre todo un 10 para el personal.

¡Impresionante edificio, increíble habitación y una gloriosa bañera! Un día muy duro caminando bajo la lluvia con todo empapado, llegar fue como el paraíso. Personal muy impresionante y gran bar. No pudimos caminar para explorar el exterior porque llovía mucho. La única decepción fue el restaurante. Yo calificaría el restaurante con 2 o 3 estrellas. El menú es muy limitado y mi comida estaba bien. El menú también era confuso y vivo en España desde hace 6 años. Es una pena que esta no haya sido una mejor experiencia. El hotel es imprescindible, pero quizás se pierda el restaurante y camine hasta la ciudad para encontrar otras opciones.

¡Absolutamente hermoso! Desafortunadamente, el personal estaba de mal humor, la habitación hacía un calor sofocante (aparentemente encienden el aire acondicionado según la fecha, no la temperatura), en la taberna, todos los platos no estaban disponibles o no coincidían con lo que había en el menú. La comida estaba bien.

La ubicación y el edificio son simplemente hermosos, ubicados en el antiguo castillo. Gente muy amable y servicial. El restaurante tenía platos gallegos muy sabrosos.

Lugar con encanto. Muy cuidado y personal muy amables y atentos.

Seguramente el mejor parador en cuanto a ubicación y panorámica. El entorno simplemente increíble. La habitación de diez. En este caso teníamos la habitación 201. El amanecer desde el balcón es algo irrepetible. El servicio del parador desde luego no va en relación a la calidad tanto de las habitaciones como del entorno. En el primer desayuno la atención dejó bastante que desear. Mientras que al resto de clientes se les explicaba que además de café en jarra tenían la maquina de cápsulas a nosotros solo se limitaron a preguntarnos si queríamos café y leche. De los platos calientes pedimos la empanada y nos la sirvieron completamente fría de cámara. Cuando preguntamos si el plato era frío o caliente la respuesta breve fue que le daban un golpe en la plancha cuando ni tan siquiera había pasado cerca de ella. El día de salida pretendían cobrarnos dos copas que según ellos habíamos tomado en la cafetería cuando lo único que tomamos fueron las dos bebidas el primer día por ser amigos de los paradores. El chico que nos atendió en la cafetería fue muy amable y simpático. Al segundo día tuvimos que llamar porque después de haber hecho la habitación no habían repuesto ni el te ni el azucar.

Excelente hotel, con un servicio digno del mismo.

Sin más, restaurante de hotel. La cocina está lejos de lo que promete la carta, pero el trato es muy bueno.

Las bebidas , bastante caras . Un Rioja crianza 24€ el más barato. Todo bastante bueno, pero la descripción de los platos difiere con frecuencia de la realidad. Lo mejor, el entorno y el servicio, como cabe esperar en un Parador

Comimos fenomenal en uno de los dos restaurantes que tiene, el enxebre. Personal muy amable. Baratisimo para la calidad