Miyama en Madrid

Lugar elegante pero el sushi no era increíble.

Siempre genial, la calidad siempre es muy alta.

Una buena experiencia de comida japonesa. El personal muy amable y correcto. La calidad muy buena. Muy recomendable

Comida deliciosa ✅ Los maki rolls son muy delicados y sabrosos. Un poco caro para el almuerzo pero se correlaciona con la calidad de la comida.

Este restaurante ha perdido el norte. Conocemos Miyama Castellana desde hace años, y nos da mucha pena que haya perdido su calidad original. Menú del día. La tempura de verduras estaba blanda, cuando tendría que estar bien crujiente. El alga nori del maki estaba también blanda, ¿cómo es posible? ¿No preparan los makis en el momento? El camarero que nos retiraba los platos lo hacía al segundo de terminar, casi con el último bocado en la boca. En el último plato del menú le retiraron el plato vacío a mi marido cuando yo todavía no había acabado de comer. Y no solo eso, además le cantaron los postres disponibles ¡mientras yo, a su lado, seguía comiendo! Para terminar pedimos un té genmaicha, que trajeron hirviendo y que, inexplicablemente, estaba insípido (como si hubieran usado demasiada agua para poco té). El servicio, en general, amabilísimo pero poco profesional, hablando entre ellos de cosas fuera de lugar. Es un servicio que te podrías esperar en una cafetería de barrio, pero no en un restaurante donde pagas a 28-30 € el menú del día. Ojalá algún día vuelva a ser lo que era.

Este lugar era bueno pero le falta personalidad. Atiende a un tipo de comensales ejecutivos. La comida era buena y el menú del almuerzo no era demasiado caro. Pero hay lugares más vibrantes (Santoku 😉) con este presupuesto. Se sentía como si el personal fuera el que llenaba el lugar y no los demás huéspedes. El tiempo de los servidores tampoco fue tan bueno. Quitaron las placas demasiado rápido y fueron un poco invasivos. En una nota positiva. Felicitaciones al camarero que modificó nuestro pedido por nosotros. También les vendrían bien algunos menús frescos y un buen Oshibori (toallitas para manos). Su zona de bar necesita un retoque. Era poco atractivo y estaba desordenado. A menos que estés en la zona a la hora del almuerzo. No recomendaría mucho este lugar.

La verdad es que todo lo que pedimos estaba brutal, wakame, tempura de langostinos que repetimos, los nigiris de atún o salmón, brutal el nigiri de vieira, las gyozas, él tarta de atún, los makis y la carne de kobe que es como mantequilla de lo tierna que esta, la tarta de queso muy buena. Salimos por 75 eur por persona

La persona que nos atendió fue encantadora y estuvo muy atenta. La comida se ciñe a lo que era el clásico japonés de hace unos años en Madrid. Pero sigue estando todo muy bueno. El local es que lleva igual años, pero también es correcto. A nosotros nos gusta mucho ir en familia

Fantástico restaurante japonés! Fui anoche y pasé una velada increíble, la comida muy fresca y deliciosa, muy bien cocinada, sabores interesantes, el servicio te enamora por su amabilidad y eficiencia. Tuvimos a los chefs justo enfrente, mientras cocinaban sus creaciones, precios acordes al nivel del restaurante. Absolutamente recomendado para quienes buscan calidad y refinamiento extremos.

Estuve en el restaurante de Flor Baja, y tomamos el menú del día, uno de sushi y otro de sashimi, y un entrante más. El entrante sobraba, aunque estaba delicioso, ya que el menú fue muy cumplido, tanto en cantidad como en calidad. Nos sorprendió la presentación del sushi y el sashimi, de los más vistoso y apetecible. No pongo cinco estrellas porque, sin estar lleno el local y con reserva previa, tardaron 45 minutos en servir los platos principales después de los entrantes, motivo por el cual el maître nos pidió excusas, aunque tampoco tuvo una atención por tal motivo (en otros lugares me han invitado al café o una bebida cuando ha habido una incidencia similar). Pero dado el servicio y la localización en pleno centro, creo que volveré .