Meson Walter en Jaén

Así da gusto ir a comer… Era mi primera vez en Jaén, no tenía ni idea de donde comer… había elegido otro restaurante, pero no tenían mesa así que me animé a ir a Mesón Walter por cercanía. El local no es muy grande, pero es amplio y mono. Cuando entré estaba solo una mesa ocupada, y pensé que me había equivocado con mi elección. En lo que me había equivocado era en pensar que había hecho una mala elección. El servicio es majísimo, encantador, y te hacen sentir muy cómodo desde el principio. La carta es corta, pero ofrece opciones suficientes para que te cueste elegir. Debido a mi indecisión, se han tomado la molestia de preguntarme qué me apetecía y aconsejarme en base a ello. ¡Menudo acierto! Nunca había probado una pipirrana, y creo que a partir de hoy podría comerme una a diario (si son todas igual de buenas que aquí). Luego he tomado el canelón trufado… increíble, bien de queso y bechamel, muy sabrosos. La relación calidad-precio es espléndida. Meson Walter ha sido una experiencia muy grata para un madrileño que estaba perdido por Jaén. Si vuelvo por allí, no dudaré en repetir.

La atención y la comida genial.

Muy buena atención, recomendaciones buenas y personal cercano. Comida y laborada, casera y con buen sabor, sin duda un lugar para repetir. Relación calidad- precio buena.

Muy buena relación calidad precio,personal atento y profesional y con su buena música ambiental y su comida nos hicieron pasar una buena velada,el tiramisú 😋😋😋