Local de Ensayo en Murcia

Esperaba mucho más de un restaurante con estrella Michelin. Nos asignaron una mesa que daba a la fachada del edificio, y mientras comíamos, un hombre se acercó y comenzó a orinar. Esta desagradable experiencia arruinó nuestra comida. Aunque los platos estaban elaborados, su presentación dejaba mucho que desear y casi daban ganas de salir corriendo. Además, los camareros parecían estar de mal humor. En definitiva, no creo que vuelva a este lugar.

Todo magnífico, tomamos el menú degustación con maridaje y resultó excelente.

El servicio y el ambiente perfecto, la comida buena

Todo perfecto. La comida espectacular, la recomendación de vino del sumiller, genial, los camareros muy amables y el ambiente inmejorable

Queríamos probar su menú degustación, nos ha resultado increíble con unos sabores y texturas muy agradables, el trato del personal muy bueno, sin duda volveremos.

En mi opinión el único local de Murcia merecedor de las ⭐️⭐️ Michelin de Murcia, tanto por su excelente equipo, la calidad de los productos, el ambiente del local y el trabajo de tantos años al frente del mismo de su Boss: David López. 🍽️ PLATO RECOMENDADO: Caza a la royal (perdiz y liebre), alcaparras y anchoas 0.0

Un sitio brutal. Un trato genial y la comida es espectacular.

La primera vez que vengo a LDE en esta reubicación,todo un acierto. Enhorabuena por el cambio! Disfruté muchísimo de 19 elaboraciones con distintos sabores,texturas y mucha técnica. David López, el chef y propietario, muy agradable. Muy atento a todos los detalles y superándose día a día. Muy atenta también la sala, explicando cada plato a la perfección. Muchas gracias a todo el equipo y enhorabuena!!!

David es muy agradable. La opinión que expongo es formulada a partir de una comida en Local de Ensayo: 1. La cocina es buena; en alguno de los platos muy buena. Sin saturaciones de sabor, con sensaciones intuitivas, aún a riesgo de que, en alguna de las propuestas, sea complejo identificar aquello que lo define. 2. El servicio muy mejorable. No es de recibo una comida de cuatro horas de duración, con una distancia en algún caso entre "pases" de más de media hora y rozando los 45 minutos. No es buena la sensación de camareros que van y vienen, casi corriendo, pero sin nada en sus manos. Entramos a las 14:15 y salimos a las 18:30, sin sobremesa tras los "petit fours" 3. En cocina, que se ve a través de la sugerente pecera "on air", demasiado diálogo entre cocineros con tiempos de inacción. Del mismo modo, demasiado complicidad con alguna de las mesas del comedor (imagino que por amistad personal). Todo eso está bien, pero no si alguien esta esperando un "pase" durante más de media hora. 4. Quien acostumbre a visitar restaurantes con esta proyección sabe que el jefe de sala no puede permitir determinados tonos de voz en algunas mesas. Con discreción hay que pedir bajar el tono de voz, precisamente para poder disfrutar de la comida. 5. El sumiller, a mi juicio y por varios motivos que no comento, no está a la altura. Además, en una carta que es "on Line", no puede ofertarse aquello de lo que no se dispone. Y en cualquier caso, si eso ocurre, hay que ofrecer más calidad a menor precio, no al revés. 6. Conclusión: TODAVÍA NO ESTÁN PREPARADOS PARA ESTRELLA MICHELIN. DUDO MUCHO DE LA POSIBILIDAD DE FUTURAS MENCIONES SI NO AFINAN MÁS SU PROPUESTA LA COCINA ES BUENA, PERO COMO BIEN SABE DAVID, ESO NO ES SUFICIENTE. EL PRECIO ES ACEPTABLE, PERO PUEDE ENCONTRARSE EN UN ENTORNO ENTRE 80-100 KM PROPUESTAS MÁS COMPLETAS A IGUAL PRECIO, O SENSIBLEMENTE MENOR. Con la Calificación de NORMAL ( que es la que he puesto) creo que me excedo. Tampoco ha sido MALO. De 0 a 10, pondría un 5, que no es nada NORMAL, para lo que se espera de una propuesta de este tipo

Quiero dejar por adelantado que la comida es espectacular, el local muy coqueto y muy limpio. Muy satisfechos, a nivel de calidad y cantidad. No doy una puntuación de perfecto por el servicio. Paso a explicarlo: Lamento muchísimo que nuestra experiencia se haya visto empañada por una falta de atención en sala. La comida está a un nivel al que el servicio no llega. Copas de vino retiradas sin consultar si se desea otra bebida, platos para el pan que no se reponen y puesto que no se reponen, deberían retirarse de la mesa. Falta de personal para atender y no perder detalle, como por ejemplo que quien te abre la puerta también te trae los platos, desatendiendo al llegar y obligando al equipo de sala a “alertar” de que deben salir fuera. Por lo visto, no todos tenemos derecho a que nos limpien las mollejas de la mesa, no sé si quizá no vestir de camisa es el punto de inflexión, o de nuevo, la falta de personal. La explicación de los platos, muy poco entusiasta. El sumiller, no da a probar el vino, locales de muchísima menos categoría lo hacen, directamente vuelca la botella y se va, lo achacamos igual, a la falta de personal. Las vistas desde el local, por cerca que esté de la catedral, no se ve, así que, para ver una pared llena de graffitis y suciedad, preferiría no ver nada. Espero que mi crítica no se tome como un ataque, por el menú, volveríamos mañana mismo, pero nos queda una sensación extrañísima a pesar de todo. Entiendo, que visto el menú y la dedicación de David a cada plato, aspira a cosas muy grandes, se las deseo, de verdad.