La Venencia en Madrid

Bodega más de postureo q para otra cosa. Osea la han dejado vieja, sin pintar, incómoda.... Todo para gente guay q así se siente más guay. Por mí mismo no volvería, pero es que me junto con gente guay 🤪

Taberna de las de antes con vino a granel

Bar auténtico, botellas polvorientas, techo en mal estado, factura de tiza en la barra, varios tipos de jerez y bocadillos, pero muy frescos y atmosféricos) no espere un servicio excelente y un servicio amable) simplemente venga a tomar un par de copas y sumérjase en el historia) precios bajos, no se permiten fotos, no se aceptan propinas. Definitivamente lo recomiendo) solo comprenda que no se trata de servicio y estilo, sino de historia, autenticidad, entonces lo disfrutará.

Un bar de jerez absolutamente pintoresco que no podría ser más local. El jefe brusco, la pintura descascarada y los barriles de jerez en la pared de este pequeño lugar, es toda una experiencia. Tienes que desenvolverte en español, idealmente. Entre 1,50 y 2,50 la copa, es una gran degustación de diferentes estilos. Pequeña selección de acompañamientos.

Gran lugar para volver una y otra vez. Vinos de Jerez espectaculares!

En un mundo que parece estar dividido en términos políticos y culturales, algunos tienden a olvidar que en realidad podemos aprender mucho de quienes se oponen a nuestros puntos de vista. Como mínimo, podemos definir mejor nuestras propias convicciones sociales y morales. Al entrar en La Venencia de Madrid se aprecia la atemporalidad y un aparente impulso por mantener la tradición y la historia sin presiones externas que puedan ser más reactivas que bien informadas. Entras en un entorno histórico repleto de valores que se defienden y no van acompañados de hipocresía o motivos ocultos para satisfacer todas tus necesidades: espirituales, literarias, sociales y gastronómicas. Para empezar, no se permiten fotografías, manteniendo una tradición de las luchas de la Guerra Civil que impedían el espionaje. Luego, tenemos un fenómeno que también fue evidente durante los años del general Perón en Argentina. Se aceptaron y no se aceptan propinas o gratificaciones. Una vez más, muchos en la sociedad "contemporánea" tienen mucho que aprender de estos empleados asiduos con una ética de trabajo impecable destinada a ayudar a sus semejantes sin un ápice de oportunismo. Algunos dirán que el menú es limitado. Yo digo que está enfocado. Jerez y unas tapas incluidas las mejores anchoas que he comido en cualquier parte de España, e incluyo ciudades como Valencia, Alicante y Barcelona donde el marisco es de primera. Algunos han comentado que las anchoas aquí eran mejores que cualquier oferta del norte de España, incluida Galicia, famosa por sus productos del mar. La increíble mojama fue cortada a mano por un caballero MUY AMABLE y DIGNO que también me sirvió un excelente jerez. Tampoco me dejó salir sin ofrecerme un poco de agua pues percibió que comí mucho pescado seco que tenía el poder de deshidratar en lo que era un sofocante día de verano en la ciudad capital. Me conmovió su amable gesto. No es de extrañar que Hemingway se inspirara para escribir algunas de sus mejores obras al pasar tiempo en un lugar tan maravilloso. Si tan solo los socialistas modernos tuvieran tal principio...

Conocí este establecimiento hace cuarenta años y casi siempre que voy por el centro de Madrid voy a tomarme unos vinos pero sobre todo a comerme unas anchoas que están de vicio.

Lugarazo. Imperdible. Experiencia local como pocas. Prohibidas las fotos dentro del lugar.

Visité este bar por primera vez hace unos 10-12 años y cada vez que estoy en Madrid tengo que pasar por allí. A Hemingway también le gustaba ir aquí, y es el mejor lugar de la ciudad relacionado con Hemingway. Tienen una variación de cinco tipos diferentes de jerez que cuestan alrededor de 3 € la copa: fino, manzanilla, amontillado, oloroso y palo cortado. Eso es todo. También podéis pedir medias botellas y botellas enteras si sois más. Si quieres beber cerveza o algo más, hay miles de otros bares en Madrid que puedes visitar (lo que a veces hacen los camareros cuando ellos mismos tienen sed de cerveza y traen una cerveza del bar vecino para guardarla detrás del mostrador). claro que no hay que pensar en hacer lo mismo). Las aceitunas que sirven con el jerez son muy buenas y a mí también me gusta pedir una ración de mojama. El ambiente es único. Está polvoriento, tal vez un poco sucio, y hay gatos y perros meneando la cola aquí y allá sobre un suelo cubierto de aserrín. No pasaban cosas desde los años 20, y junto con un buen jerez y unas tapas, por eso uno va aquí, además de tener una buena conversación con amigos. Si le preocupan las condiciones hipermodernas y le gusta que el interior de los bares parezca un cuadro del catálogo de IKEA, y cree que es socialmente aceptable llevar gafas de sol en la cabeza en lugar de delante de los ojos, entonces hay muchas Otros lugares por ahí donde visitar. En las reseñas de este lugar se habla mucho de los snacks de la gente detrás de la barra, pero si aceptas que sólo puedes pedir una variación de los cinco jereces diferentes que tienen; que no tienes que pensar en tomar fotografías; que tampoco debes dar propina; entonces el servicio es sobrio y eficaz, como son conocidos los camareros madrileños. Te anotan la cuenta en la barra o en la mesa en la que te sientas después de cada pedido.

Sí, los camareros son bastante gilipo....Sí, , votarían a Bildu pero se tienen q conformar con Podemos...o con q quede de la banda del chepas, sí, las normas de la casa son absurdas, sí....pero voy porq me sale del collons y me mola tomarme un amontillado y una tapa de cecina en un ambiente único...Si a ti todo eso no te gusta, no vengas y arreglao....