Ferretería by EGO en Madrid

Un lugar precioso, antigua ferretería de toda la vida convertida a un bar con saloncitos para comer en la trasera. A horas puntas el servicio es un poco lento, que no la cocina, que además los platos que he probado son estupendos. Recomendable y volveremos de forma asidua!

Me encantó. Fuimos a comer el cocido y súper rico. Aparte, el "reservado" para esas ocasiones está estupendo. Servicio top. Volveremos para probar la carta, promete.

Lugar precioso, comida al nivel del local y al precio de la carta. Todo un exito para mi gusto.

Fuimos a cenar anoche y en general nos gustó. El sitio es bonito y con personalidad y el servicio fue correcto, nos atendieron rápido. En cuanto a la comida, al ser la primera vez probamos cosas al tuntun acompañado de unos riojas. Pedimos un plato de jamón ibérico con maridaje (muy rico, me gustó que viniera con un poco de melón, de tomate, de mantequilla… pero el pan no me gustó nada de nada, no hacia buen match), el tartar de tomate, un buñuelo de morcilla, una croqueta de jamón, unos rollitos de gambón que me gustaron bastante… y no sé si algo más. Es una buena opción para cenar.

Una antigua ferretería convertida en un elegante restaurante. Comida deliciosa, precios razonables, lugar increíble. El servicio es servicial y educado, pero quizás un poco abrumado. Aquí el “pescaito frito” es una lubina entera, frita a la andaluza, riquísima. Buenos vinos por copa

Precioso el sitio y ya atención exquisita de las chicas!! Volveré y lo recomendaré

Un ambiente único, comida exquisita, Michelin 2023, una experiencia imperdible. Reservar con tiempo!

El lugar me encantó, tiene un encanto muy especial, el servicio muy atento y amable. La comida estaba muy rica aunque tardaron bastante en servir uno de los platos. Aún así quedé muy satisfecha seguramente vuelva.

Restaurante que no te deja indiferente. Antigua ferretería muy bien ambientado, tranquilo y con un menú con platos muy bien presentados, de buena calidad. Servicio rápido, amable y eficaz. Probé el guiso de alcachofas, solomillo a la pimienta y de postre Madrid en un bocado. Totalmente suficiente y muy satisfecho. Para volver

Me pareció bastante curiosa la decoración del restaurante con esos armarios y los utensilios que había colgados y es que por lo visto antes hubo una ferretería del siglo XIX. Estuvimos en la zona de bar del restaurante, con mesas altas y taburetes. La carta es la misma que en la zona de restaurante. Pedimos lo siguiente: - Albóndigas de ternera sobre guiso de calamar - Tartar de atún con huevo de corral frito y patatas - 2 platos de zamburiñas gallegas a la brasa con holandesa cítrica - Chocolate gótico - Tarta de queso y tiramisú con toffee de café Todo estuvo buenísimo y el postre que tomé, la tarta de queso, deliciosa. Eso sí, las cantidades a priori no son muy grandes, por lo menos en los platos que pedimos, aunque compensado con el postre. Más allá de las cantidades, lo que tuvo en común todo lo que comimos fue que estaba buenísimo. El servicio fue rápido y la camarera que nos atendió, amable. Salimos finalmente a 106€. El restaurante es más que recomendable y espero volver en otras ocasiones.