El Racó de la Pili en Santa Coloma de Gramenet

Hemos estado celebrando un cumpleaños con 11 personas y la experiencia a sido muy buena, por el trato del personal y el lugar tan especial en Santa Coloma, la comida a estado genial, muy elaborada y explicada con mucha devoción y esmero.

Gran restaurante en una zona como indica el nombre "perdida" pero que vale la pena encontrar. Disfrutas de un paisaje rico en naturaleza y vida con una ambientación única. Sólo pasar por la puerta (si es por el mediodía) te encontrarás con el olor de las brasas que invitan al apetito. El servicio aunque estén teniendo un día duro te atenderán con una sonrisa y puedes ver que se ha generado un ambiente familiar con los clientes. Se nota la calidad hasta en el café y en los postres "casolans" que preparan (en especial me fascino el bizcocho de limón que combinaba a la perfección dulce y amargo) Lo recomiendo tanto como para tomar un café, comer un mediodía con su espléndido y económico menú o hacer alguna celebración. "A vegades estar perdut no està tant malament" Lo recomiendo tanto para ir

Espectacular, comida muy buena y el servicio perfecto, los camareros son súper atentos y simpáticos. Repetiré sin dudarlo.

Almuerzo espectacular a un precio muy competitivo. ¡El servicio rápido y super amable! ¡Muy recomendable!

Me encanta este lugar. Nada más llegar te sientes formando parte de su familia! Todo el equipo que trabaja aquí es gente profesional y maravillosa. Cuidan cada detalle para que la experiencia sea inolvidable. La comida una maravilla, me encanta! Tanto los platos principales como los postres😊 Y el precio muy recomendable! Volveré sin duda y enhorabuena a todo el equipo por dar cada día vuestra mejor versión y conseguir que la experiencia sea un boniito recuerdo!❤️ Con ganas de repetir!!

Hemos venido un grupo y había 2 cumpleaños. Han tardado un poco en servirnos pero en compensación el dueño nos ha obsequiado con los postres y el café. Un gran detalle! Nos ha encantado. Lo recomendaremos. Muchísimas gracias!

Una atencion increíble la comida buenísima entre el ambiente tan bueno que había .

Me gustó mucho el lugar así como la comida y el servicio, los chicos de la habitación fueron educados y atentos a todas las necesidades del cliente, lo pasamos muy bien, y una vez que vuelva a España repetiré sin duda, muy buena comida. Español, catalán, italiano y mucho más, experiencia inolvidable que recomiendo a cualquiera que pase por El Perdut, gracias chicos, hasta pronto <3

A mí el sitio me encanta. Personalmente voy bastante entre semana, a la hora de comer o por la mañana y el sitio me parece una pasada. La comida está muy buena, es muy original y ves que está hecha con muchísimo cariño. Cuidan los detalles hasta el punto que sientes que estás comiendo algo especial. Los camareros son un 10. Atentos, simpáticos, te recomiendan bien... Genial. Además ves que el ambiente entre ellos es buenísimo, por lo que te hace ver que la atención que tú recibes es real. Y el sitio es una maravilla. Seguramente no tengan más clientela porque está dentro de un recinto y en la montaña, pero vale la pena subir hasta allí sin duda. Tiene una terraza que da a la montaña, muy amplia y música muy buena (justo personal) Mi único que, es el tiempo para traer los platos. Es en lo único donde creo que se podría mejorar, pero también entiendo que ponerle cada atención a cada plato conlleva un tiempo, simplemente que no estamos acostumbrados a eso. Así que aún siendo ese punto mejorable, lo entiendo. El precio es más que correcto y el menú del mediodía es un 10. 13€ y tienes platos de mucho nivel.

El lugar es muy chulo, cerca de la ciudad, pero metido en la montaña. Las vistas de Barcelona, hasta el puerto y el mar...muy guay! Supongo que empezó siendo un bar de zona deportiva porque forma parte de un complejo y poco a poco, con mucho cariño lo han ido transformando en restaurante. Menú de fin de semana y menú entre semana 23€ y 17€. No hace falta mas porque el menu es completo y se puede elegir. Han preferido menos oferta y mas elaborada. Todo muy rico. Se nota el esfuerzo en ofertar platos originales y sabrosos. Merece especial mención las tartas caseras: un festival. Detalles maravillosos como el cortado generoso, en vaso clásico de duralex o las tapitas con la cerveza previa a la comida. La atención del personal exquisita. Falta cuidado en el aspecto de los espacios pero poco a poco. Tienen muchas ganas. Vale la pena visitarles.