Todo lo que probé me gustó bastante (excepto las hojas de parra, que sabían demasiado a limón) y además comparte meda con un restaurante de tapas y un mejicano, pudiendo pedir de los 3 sitios. Perfecto para ir con un grupo cuando no os decidis por qué preferís.
La comida es fresca, las ensaladas, la carne, la calidad de los entrantes es increíble y el dueño tiene los pies en la tierra, cocina y sirve la comida. Recomendaría este lugar a cualquiera que quiera probar la comida libanesa.
Es estupendo, con muy buen servicio, el personal muy agradable y la comida está de rechupete. A nosotros nos ha encantado y merece la pena mucho, os lo recomiendo.
Siempre había oido hablar bien de la cocina libanesa, pero no la había saboreado nunca.
El personal nos trató muy bien. Nos aconsejaron a la hora de elegir los platos.
Disfrutamos mucho de la comida que estaba toda exquisita. Nos sorprendió gratamente
No cabe la menor duda de que volveremos a este restaurante.