El Despacho Clandestino en Madrid

El Despacho Clandestino es uno de esos sitios en los que te sientes acogido. Ana y Cristóbal se ocupan de ello. Si quieres un buen vino, Ana tiene la sugerencia perfecta. Y si se trata de comer algo, hay platos muy ricos y con ese toque de quién busca la calidad sin pasarse de precio.

Local diferente, original, montado como a retales y con muy buena selección de vinos y cervezas. Vermut de grifo Zecchini y Martínez Lacuesta ( caros) y muy buena atención. Adecuado para ir con amigos y pasar un buen rato.

La zona del barrio de los metales tiene lugares muy interesantes para disfrutar comiendo. Pedimos una botella de vino tinto, Niño León fue la recomendación de la camarera, y dos platos a compartir. Las cantidades de comida estaban bien y nos salió todo por unos 31 euros, un precio normal para ser Madrid. La comida sin más, correcta. Recomiendo el sitio por si estás por la zona y te quieres tomar unos vinos, el ambiente era muy tranquilo.

Es un sitio que te sentirás como en casa Cristóbal y Ana te van atender de mil maravillas

Bar de tapas con un ambiente muy agradable, productos ricos y bien preparados.precios Buenos. Recomendable no ha cambiado nada

Gran sitio para ver partidos de fútbol en su gran pantalla. Con cervezas variadas y, vino de su bodega. Venta de vino y delicatessen varias. Recomendable su ceviche de berberechos, albóndigas y tostas variadas.

Profesionales en el entorno cervecero y de vinos. Ana, la dueña sabe mucho y se nota su nivel adquirido durante tiempo. El trato es impecable, ponen tapa con la cerveza, eligen sus cervezas favoritas y la comida tiene muy buena materia prima, todo bien seleccionado. Si te apetece pasar una buena tarde/noche este es tu sitio!.

Todo rico en general, me gustó especialmente la burrata. La persona que nos atendió, creo que es la dueña, fue muy agradable. Comimos dentro, y en banquetas altas no es todo lo cómodo que uno querría, por otro lado tenían puesto el fútbol en la tele bastante alto, y había mil niños corriendo alrededor de las mesas, lo que hace que no pueda dar más estrellas.